Se necesita un incremento del 50% de la producción global de alimentos en los próximos 32 años para alimentar a los 10 mil millones de personas que poblarán el planeta en 2050 , una tarea en la que las llamadas semillas mejoradas pueden ser clave.
Estas semillas se vislumbran como la esperanza para asumir el reto, puesto que garantizan la resistencia a plagas y sequías y aportan las propiedades nutricionales necesarias para la alimentación del ser humano.