En un sorprendente hallazgo, los investigadores del Instituto de Investigación Acústica en la Academia Austríaca de Ciencias han descubierto que las ratas pueden percibir la similitud de una misma nota tocada con dos octavas de diferencia. Esta habilidad, compartida por otros mamíferos además del ser humano, abre nuevas perspectivas sobre la evolución del lenguaje y la música en los animales.
La Importancia del Cambio de Octava
El cambio de octava permite tocar una misma nota de manera más grave o más aguda y es crucial para el lenguaje humano. Los niños pequeños, por ejemplo, imitan espontáneamente la pronunciación de una palabra de un adulto con una octava más grave debido a la diferencia en sus cuerdas vocales. Esta capacidad facilita la comunicación y es fundamental para actividades como cantar en coro.
El Experimento con Ratas
El estudio, publicado en la revista Open Science de la Royal Society británica, fue dirigido por Bernhard Wagner y su equipo. Trabajaron con 40 ratas, acostumbrándolas a escuchar una serie de cuatro notas en una misma octava con la recompensa de una pastilla de azúcar. Después de veinte días, se les presentó una serie de notas dos octavas más alta, observando su reacción.
Sorprendentemente, las ratas intentaron obtener la recompensa al escuchar notas similares a las de la fase inicial, aunque fueran en una octava diferente. Este comportamiento es comparable al de los bebés humanos, que también notan la introducción de notas “nuevas” en una serie melódica tocada más alto o más bajo.
Implicaciones del Descubrimiento
Marisa Hoeschele, coautora del estudio, explica que esta capacidad de percibir la equivalencia de notas en varias octavas, conocida como estructura armónica, facilita la comunicación entre individuos cuyas vocalizaciones se extienden en varias octavas. Esta habilidad se observa en otros mamíferos como los delfines y los macacos rhesus, además de los humanos.
La capacidad de percibir octavas se basa en una estructura neuronal que parece estar organizada de manera que permite reconocer la equivalencia de notas, según estudios previos de Hoeschele. Este descubrimiento sugiere que la habilidad podría ser más común en los mamíferos de lo que se pensaba anteriormente.
El Camino por Delante
Aunque las ratas han demostrado esta capacidad, los investigadores aún tienen mucho por descubrir. Por ejemplo, se están investigando las aves, que tienen una capacidad de producir y aprender cantos mucho más allá de la simple identificación de octavas. Hasta ahora, el protocolo aplicado a dos especies de aves no ha dado resultados positivos, pero las investigaciones continúan.
Este estudio no solo profundiza en nuestra comprensión de la percepción musical en los animales, sino que también ofrece nuevas pistas sobre la evolución del lenguaje y la música en los seres vivos. La capacidad de percibir y producir sonidos en diferentes octavas podría ser una característica más extendida y fundamental de lo que se creía.
