AGENCIA
Nacional.- El papel de las madres mexicanas ha experimentado una significativa transformación en las últimas décadas. Más allá del estereotipo de la madre tradicional, caracterizada por el uso de la “chancla” para disciplinar o de frases como “¿Y si lo encuentro, qué te hago?”, las madres de hoy son más diversas y tienen un impacto importante en la economía y la sociedad.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el cuarto trimestre de 2023, en México residían 38.5 millones de mujeres de 15 años y más que eran madres. Tres de cada 10 de estas mujeres se declararon jefas de hogar, demostrando que cada vez más mujeres están asumiendo roles de liderazgo dentro de sus familias.
Uno de los aspectos más relevantes del papel de las madres es el valor económico de las labores domésticas y de cuidados. El Inegi estima que este valor supera los 6.8 billones de pesos, lo que equivale al 26.3% del Producto Interno Bruto (PIB). Es importante destacar que las mujeres aportaron 2.6 veces más que los hombres en estas labores, y mucho de ese trabajo es asumido por las madres.
Jeniffer Román, asesora financiera, señaló: “Las mamás siempre han tenido un papel fundamental. Tradicionalmente se espera que sean las responsables de las compras del hogar y de tomar pequeñas decisiones financieras. Con las transformaciones en los últimos años, hemos tenido un crecimiento significativo de educación financiera y de participación en el mercado laboral de las mujeres”.
Esta participación de las madres en el mercado laboral también ha afectado el consumo y las decisiones de compra. Un estudio de Kantar México muestra que las mujeres en los hogares mexicanos tienen un papel preponderante en la toma de decisiones. Ellas representan el 52% en productos de consumo masivo, el 35% en remodelaciones para el hogar, el 42% en electrodomésticos y el 23% en tecnología y entretenimiento.
La participación de las mujeres en el campo laboral ha incrementado su capacidad de compra, impulsando también el consumo fuera de casa. El creciente poder adquisitivo de las madres mexicanas está modificando la dinámica del mercado, obligando a las empresas a prestar más atención a sus preferencias y necesidades.
En conclusión, el rol de las madres mexicanas está evolucionando. Son cada vez más jefas de hogar, líderes en sus familias y principales tomadoras de decisiones. Su creciente participación en el mercado laboral y su valor en la economía doméstica son factores que contribuyen al desarrollo económico y social del país. Los cambios en el rol de las madres no solo representan una transformación en la estructura familiar, sino también en el mercado y en la economía nacional.