Basta abrir los ojos y contemplar la naturaleza para darnos cuenta que uno de los heraldos de la llegada de la primavera es la jacaranda.
Sus flores de hermoso color violáceo que permanecen largamente en el árbol anuncian el final del clima invernal y al llegada de un clima más benéfico, este árbol que llega a medir entre 20 y 30 metros de altura se cultiva hornamentalmente en plazas, parques y jardines, en climas cálidos y templados. Especialmente en México, el Caribe, Centroamérica, el oeste de Suramérica y Sudáfrica.