Esto del Movimiento de Ayot-zinapa se ha convertido en un verdadero movimiento social, muy lejos de todos los distintos movimientos sociales que siempre se habían visto pintados de algún color, principalmente de los partidos de las supuestas izquierdas del país, que ya se ha comprobado que sólo son una comparsa más del sistema, pues levantan el puño izquierdo y cobran con la mano derecha.
Antes de que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas anunciara su renuncia al partido que él construyó junto con figuras importantes que salieron del PRI y diversas organizaciones de izquierda, el PRD ya había caído, en lo que tanto criticó: el clientelismo y la venta de posturas y posiciones.
Tras las muestras de rechazo y repudio recibidas en una de las primeras manifestaciones por la desaparición de los 43 normalistas, celebrada en el zócalo, donde le arrojaron agua, el ingeniero Cárdenas ha sumado con su renuncia uno más de los efectos tanto de la tragedia como del movimiento que exige la aparición con vida de estos jóvenes normalistas.
En efecto, su pertenencia al partido político que postuló contra viento y marea a un delincuente sanguinario como José Luis Abarca y, por poco, la postulación en las próximas elecciones municipales de su esposa María de los Ángeles Pineda Villa, considerada una de las dirigentes del grupo delictivo Guerreros Unidos , le valió el repudio de quienes exigían justicia en este caso de desproporcionada violencia, solapada en los primeros días por la dirigencia nacional del PRD.
La tribu de Los Chuchos , que lleva años en el poder dentro del PRD, es la que ha lanzado a candidatos ligados a grupos delictivos. No sólo lo hizo en Iguala sino también en Cocula y otros tantos municipios de Guerrero, además del municipio de Ixtapan de la sal, en el Estado de México. Y la tragedia de Ayotzinapa no hizo sino mostrar el avanzado proceso de degradación moral y política en que se ha instalado esta organización de izquierda que ha sido la esperanza de miles de mexicanos. Pero el PRD no es el único, aunque es el que ha debido recibir el mayor de los impactos.
En alianza con los perredistas, para apoyar a José Luis Abarca, como candidato de izquierda a la alcaldía de Iguala, el partido propiedad de Dante Delgado, Movimiento Ciudadano también fue de la mano para postular a quien ya tenía fama de pertenecer a grupos delictivos.
Pese a la oposición de su propio coordinador municipal en Iguala, Eliseo Ocampo Ávila, los dirigentes del MC mantuvieron la coalición, pese a que su militante fue desaparecido en mayo del 2013 por supuestas órdenes del propio Abarca, según afirman familiares de quien puede aparecer en alguna de las múltiples fosas clandestinas que sembraron en varios municipios los integrantes de
Guerreros Unidos.
Sin embargo, el exgobernador de Veracruz no ha abierto la boca, se ha mantenido en la penumbra para evitar se involucre a su negocio-partido, en este fuego que quema a estas supuestas izquierdas, que tan acostumbrados nos tienen a verles rasgarse las vestiduras por causas sociales, siempre tratando de ganar simpatías de estas causas, ahora que es el pueblo el que se levanta, ellos callan, ¿es así como pretenden cambiar al rumbo del país?, callando sin hacer mención alguna de los sucesos, apegados a la desmemoria del pueblo, para que en este año próximo de elecciones no se le cargue todo el camión al no menos corrupto Partido Accion Nacional, que con su doble moral son los causantes de esta situación en aquella famosa declaratoria de guerra contra el narcotráfico declarada por el ex presidente Felipe Calderón, que abrió la caja de pandora de este infierno que se vive actualmente en nuestro país, así lo veo yo desde las gradas y usted?
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