Por: Andrés Timoteo / columnista
LAS FALSAS VÍCTIMAS
De un tiempo a la fecha, un periódico que también se edita en Córdoba se ha dedicado a hostigar a la señora Paulina Abella García y a su familia en el afán de generar escándalo en su perjuicio. Cierto, ella es directora de Desarrollo Social en el Ayuntamiento y por lo tanto está bajo escrutinio público, pero en ese rotativo no se ocupan de su desempeño como servidora pública sino de su persona y de su ámbito familiar.
Los ataques a Paulina Abella tampoco son fortuitos, pues ella también es parte de una familia que lleva un proyecto periodístico que les incomoda a esos golpeadores que están muy enojados porque se les cayó el monopolio informativo que durante décadas tuvieron en la zona Centro. Además, la señora Abella García por sí misma genera descontento entre algunas élites aldeanas tan acostumbradas a la misoginia y al acaparamiento de los espacios públicos.
Por ejemplo, el exregidor priista Jorge San Martín -sobrino del fidelista Domingo Muguira, quien lo azuza y lo protege- durante mucho tiempo se ha ocupado en denostar a Abella García en las redes sociales usando un lenguaje soez, impropio de un caballero, lo que provocó que uno de los hijos de la empresaria saliera en defensa de su madre y le diera una paliza al individuo.
Este señor, muy valiente en lo virtual contra una mujer, pero cobarde cuando está frente a un varón, después de salir apaleado interpuso una denuncia penal y, de paso, intenta sacar tajada económica ya que pide ¡200 mil pesos de indemnización por gastos médicos! -léase por la costura de la cara aporreada, pero sólo exhibe una receta de paracetamol expedida por la Cruz Roja-. ¡Qué vivillo!
No obstante, la denuncia no es por los daños físicos sino como parte de esa embestida contra una mujer que enoja e incomoda a los de su círculo. Se cita ese ejemplo porque las audiencias judiciales del caso han sido usadas por el periódico referido para hostigar a la señora Abella y a sus familiares, en lugar de darle estricta cobertura periodística. Lo lamentable es que, como siempre, los directivos de dicho rotativo usan al eslabón más débil de la cadena, es decir, al reportero, para hacer el trabajo sucio.
La semana pasada hubo un desaguisado con uno de los reporteros del rotativo que fue instruido para hostigar a la funcionaria y a su hijo. Y entonces, se olvidaron de la información del caso para explotar un tema al que le dieron el sesgo de violación del derecho a la libertad de prensa. Para ellos dejó de ser noticia el asunto judicial y crearon un caso de amenazas a un comunicador.
Se entiende que el reportero no tiene otra opción que obedecer a sus patronas para no perder el trabajo, pero una cosa es prestarse a la distorsión y otra es usurpar el papel de víctima, alegando que fue agredido y que teme por su vida. Es un mal asunto en un País y en un Estado donde las verdaderas víctimas requieren atención y ayuda. Es un abuso que se distraiga la atención de ellas en asuntos hechizos. Eso no es periodismo, sino oportunismo.
Apostándole a una “noticia” que siempre llama la atención en una entidad plagada de agresiones contra periodistas, se infla el tema y se engaña a la opinión pública. Incluso hasta la organización Artículo 19 cayó en la trampa. No señores, si quieren hacer periodismo de verdad y correr los riesgos que eso implica, háganlo, pero no se deben construir víctimas ficticias ni escenarios imaginarios. Compitan haciendo periodismo, no borlote.
Lo anterior se escribe con el debido respeto al reportero que, se insiste, es usado por las dueñas del periódico por ser la parte más débil de la trama. Está presionado para servir de ariete. En ese afán de seguir instrucciones que poco tienen de periodísticas, el colega pasa por alto que lo peor para un periodista es convertirse en víctima, enfrentar los riesgos reales de recibir agresiones físicas o tener que esconderse o desplazarse. No, no debe jugar con un estatus que para otros es verdadera tragedia.
No se vale sacar raja del infortunio ajeno, no en un Veracruz plagado de muertes de compañeros. Debe respetar al gremio y respetarse él mismo. Parte de la dignidad de quienes se dedican al oficio de periodista es resistirse a que los utilicen como golpeadores para satisfacer objetivos que no son informativos ni mucho menos éticos. Disfrazarse de víctima sin serlo es reprobable desde la ética que debe prevalecer en el oficio.
En Veracruz de un tiempo a la fecha algunos compañeros reporteros han buscado fama haciéndose pasar como víctimas alegando persecución y agresiones, en lugar de ganársela haciendo periodismo de calidad. Vaya, hubo hasta quienes presentaron quejas ante organismos de derechos humanos porque algunos funcionarios los bloquearon de sus redes sociales, alegando que eso era un atentado. La falsa victimización es una enfermedad para el periodismo. Mucho cuidado con eso: caer en la tentación de ser la noticia -hecha a modo- en lugar de darla.
Pero regresando al tema inicial, la andanada del periódico en referencia contra la empresaria Paulina Abella también va concatenada a la negativa del Ayuntamiento para firmar convenios publicitarios. La alcaldesa Leticia López acaba de develar en una transmisión hecha en las redes sociales el pasado 30 de octubre que le exigen renovar el convenio que el exedil Tomás Ríos Bernal tenía por 1.5 millones anuales.
Es decir, la pretensión de ese medio de comunicación es que le entreguen 125 mil pesos cada mes y ante la negativa, se entiende, iniciaron la campaña mediática contra el Ayuntamiento. En este espacio no vamos a defender a alcaldesa López Landero, pero se menciona el tema porque el mismo sirve para explicar parte del hostigamiento contra la directora de Desarrollo Social del municipio. Los motivos monetarios son uno de los trasfondos de la batida contra la señora Abella García.
Los lectores tienen el derecho a saber qué hay detrás de todo esto, los intereses que se mueven y las malquerencias de grupos que estaban acostumbrados a hacer de las suyas, y que hoy se dicen agredidos por una mujer que no se deja, que los encara y los exhibe sin amilanarse. Los lectores deben saberlo, tiene ese derecho. Desde este espacio nuestra solidaridad para con Paulina Abella y su familia.
‘FIMOR’ EN EL CONGRESO
En temas de la transición política, el lunes pasado quedó instalada la 65 Legislatura estatal misma que es histórica e inédita, aunque cuestionable en el terreno de la ética política. Esto porque quedó expuesta que la alianza del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con la fidelidad -la FIMOR- es de alto calado, al grado de entregarle al innombrable la presidencia de la Mesa Directiva en el Congreso Local.
Así, el expriista y fidelista puro, Juan Manuel Pozos Castro, electo por el distrito de Tuxpan bajo las siglas de la coalición Morena-PT-PES, fue nombrado presidente de la mesa directiva. Sin embargo, su elección se dio con un proceso de discrepancias entre los propios morenistas, pues la mitad de los 29 legisladores no votaron por él. Obviamente saben los intereses que representa -los del innombrable- y para los cuales operará.
Pozos Castro ha sido fiel lacayo del innombrable, pero además es famoso por sus desmanes personales, pues acostumbra a solicitar favores sexuales a las damas que trabajan cerca de él. Los pillos se reciclan en ese recinto porque se acaba de ir el priista Juan Nicolás Callejas Roldan, quien chantajeaba a maestras con favores sexuales -entre ellas a su propia prima- como dirigente de la Sección 32 del SNTE y ahora llega otro delincuente sexual, ¡y además le dan el mando de la Legislatura!
Y tan obvios son que ayer mismo el exvocero de Javier Duarte y exsecretario de Desarrollo Social con el innombrable, Alberto Silva Ramos, le dirigió palabras cariñosas a Pozos Castro desde su cuenta de Twitter: “Felicito a mi amigo el diputado José Manuel Pozos Castro por su nombramiento como presidente de la mesa directiva LXV Legislatura. Su experiencia y visión política garantizan el equilibrio de poderes, así como la aprobación de leyes prioritarias”. Traducción: los del pacto FIMOR están de plácemes.
En la mesa directiva quedó como vicepresidente el diputado por Zongolica, Alexis Sánchez García -homónimo del futbolista chileno que juega en el Manchester United-, pero este es un comerciante ferretero, hermano del alcalde de Tezonapa, Arturo Sánchez. El legislador es de los pocos del Partido Movimiento Ciudadano que ganaron un distrito electoral.
El secretario de la mesa directiva es Jorge Moreno Salinas, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Miguel Alemán y personero del diputado federal, Héctor Yunes Landa. Es decir, tres varones en una Legislatura que se promovió con paridad de género. La dirección del Congreso es algo así como el recordado “Club de Tobi” de las revistas de caricaturas, donde las mujeres no tienen acceso.
Para mañana jueves está previsto que se defina el cargo más peleado que es la Junta de Coordinación Política, en la que se decide el destino del dinero parlamentario y las iniciativas que pasan a discusión. Hasta anoche seguía el jaloneo interno entre el reelecto diputado por Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica, fundador de Morena, y el legislador por San Andrés Tuxtla, Javier Gómez Cazarín ligado también a un fidelista puro, el exdiputado federal Jorge Carvallo Delfín.
En la lógica política, Cruz Malpica sería nombrado por su experiencia parlamentaria y su filiación con la izquierda, pero muchos aseguran que el nombramiento recaerá en Gómez Cazarín que fue postulado por el Partido Encuentro Social (PES) y es apoyado por la zacatecana Rocío Nahle, senadora por Veracruz.
Gómez Cazarín no cuenta con experiencia legislativa, pero si tiene un historial de denuncias por fraude en la venta de automóviles, en el negocio familiar. Es hijo del extesorero de Hueyapan de Ocampo, Juan Gómez Martínez, un pillo de siete suelas. A los dos los apodan “Los Carones” y han sido mencionados en el caso del asesinato del periodista Cándido Ríos Vázquez perpetrado el 22 de agosto del 2017.
El exalcalde de Hueyapan de Ocampo, Gaspar Gómez, los mencionó entre los que tomarían venganza contra el comunicador quien seis días después fue acribillado por un grupo de sicarios. Un tipo acusado de fraude y ligado al crimen de periodistas podría ser el mandamás en el congreso local.
¿Qué más contrasentidos depara Morena en el Congreso Local? Muchos porque están sometidos a los pactos con los del pasado.Todo indica que en esa legislatura predominará la Ley de Murphy, es decir, “si algo puede salir mal, saldrá mal”. Los malos ya comenzaron a hacer de las suyas y Morena le aplicará una “fideliña” a los veracruzanos porque los engañó con eso de desde el Congreso Local haría las cosas diferentes e impulsaría el “cambio verdadero” -risas- cuando lo cierto es el FIMOR.
