AGENCIA
Nacional.- La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró en su conferencia matutina, realizada desde Baja California Sur, que las explosiones registradas en Guanajuato no pueden considerarse actos de terrorismo. Sheinbaum aprovechó la ocasión para anunciar el regreso de los informes de seguridad instaurados por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, programados para reiniciar el próximo martes, donde, según dijo, se abordará el concepto en detalle.
A insistencia de la prensa, el secretario de Seguridad Pública y Participación Ciudadana, Omar García Harfuch, explicó que los atentados recientes, en particular los de Acámbaro y Jerécuaro, son resultado de una disputa territorial y no de un acto terrorista. “Esto es por una disputa de territorio, por droga… No están disputando más que la venta de droga y de hidrocarburo”, explicó el funcionario, atribuyendo los hechos a una lucha entre grupos delincuenciales en la entidad.
El jueves, las autoridades de Guanajuato reportaron dos explosiones. La primera ocurrió en Acámbaro, donde un coche bomba explotó frente a la Dirección General de Seguridad Pública, dejando a tres policías muertos y causando daños materiales a edificios cercanos y a siete vehículos. En Jerécuaro, la segunda explosión causó daños en fachadas de viviendas en el centro de la ciudad, sin reporte de civiles heridos. En ambas escenas, elementos del Ejército y la Guardia Nacional acudieron para asegurar el área.
García Harfuch enfatizó que la violencia en la región es un tema prioritario para el gobierno, con esfuerzos conjuntos de los tres niveles de gobierno para combatir la disputa territorial de los cárteles en Guanajuato.
Aunque el gobierno rechaza calificar las explosiones en Guanajuato como actos de terrorismo, alegando que se trata de disputas territoriales entre cárteles, es difícil ignorar que los coches bomba usados para intimidar autoridades y generar terror en la población cumplen con los efectos de actos terroristas. Si la violencia organizada que busca desestabilizar comunidades no es terrorismo, ¿qué lo es entonces? ¿Hasta cuándo se seguirá minimizando el impacto de estos actos en nombre de una narrativa oficial?
La 4T normaliza la corrupción, normaliza la mediocridad, normaliza la criminalidad y ahora normaliza el terrorismo. ¿Hace cuánto que ya no nos extraña un acto de corrupción de este régimen cuando es algo de todos los días? ¡Es a lo que le apuestan!
Qué tranquilidad saber que no es “terrorismo”, solo explosiones casuales en nombre del bienestar transformador para marcar territorio. Al parecer, todo está bajo control, mientras sigamos viendo estos “conflictos” como algo normal. Nada de qué preocuparse, ¿verdad?