AGENCIA
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advirtió sobre un panorama desafiante para las entidades federativas y municipios en 2024, con una proyección de ingresos baja y una renta petrolera menguada. El análisis del CIEP señala que las entidades deben considerar esta situación al elaborar sus leyes de ingresos y presupuestos, enfocándose especialmente en impulsar sus ingresos propios.
De acuerdo con datos del Presupuesto de Egresos 2024 y análisis de México Evalúa, se proyecta que el gasto federalizado, que son los recursos transferidos de la Federación a las entidades, alcance 2.55 billones de pesos para el próximo año. Aunque esto representa un aumento del 0.3% (7 mil millones de pesos) en comparación con 2023, marca una disminución del 1% (25 mil millones de pesos) respecto a 2018, siendo la primera vez en cuatro sexenios que este gasto registra una reducción.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2024 inicialmente propuso un gasto federalizado de 2.56 billones de pesos, ya implicando una caída del 0.7% (19 mil millones de pesos) respecto a 2018. Sin embargo, se aprobó un recorte adicional de 6.3 mil millones de pesos, marcando el mayor recorte en una década, atribuido a la menor carga fiscal a Pemex.
Reducción del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) para beneficiar a Pemex.
Recorte en fondos no blindados por la Ley de Coordinación Fiscal, como el Ramo 23 y convenios.
Condonación de impuestos como IESP, IVA o ISR, mediante estímulos fiscales.
México Evalúa destaca que esta reducción del gasto federalizado limita la capacidad de las entidades para cumplir con sus obligaciones y podría generar cuestionamientos sobre el cumplimiento del pacto fiscal. El pacto fiscal, establecido en la Ley de Coordinación Fiscal de 1978, implica que los estados cedieron a la Federación algunas facultades tributarias a cambio de recibir recursos. Aunque ha mantenido su legitimidad en las últimas dos décadas, la disminución real de los recursos para las entidades podría ser un punto de quiebre.
El comportamiento histórico del gasto federalizado en sexenios anteriores mostró incrementos constantes, pero la propuesta de 2024 marca un punto de inflexión al ser 1% inferior en términos reales a lo recibido en 2018.