Por: Andrés Timoteo / columnista
Aunque todavía faltan los ajustes en base a las negociaciones y pactos internos o interpartidistas, las postulaciones a las diputaciones locales y federales en la alianza formada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (PMC) tienen un semblante dinástico, pues hay sendas camadas familiares anotadas para repartirse los cargos de representación popular.
En el Puerto de Veracruz, el diputado local Bingen Rementería Molina busca reelegirse en el Distrito Rural. Su padre, el exalcalde porteño Julen Rementería del Puerto se acaba de separar de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) para inscribirse como precandidato al Senado. Antes, Julen Rementería fue Diputado Local y le dejó la curul al vástago.
La otra fórmula senatorial está encabezada por la diputada local del PRD, Yazmín Copete Zapot, cuyo hijo, Julio César Vázquez Copete, es precandidato a la misma curul. Entonces, Copete imita a Rementería en eso de dejar a su hijo en la silla legislativa de la calle Encanto. Pero la también exalcaldesa de Santiago Tuxtla tiene a su otro hijo, Argenis Vázquez, como el presidente municipal del mismo sitio. La novela se llama: “De padres a hijos”.
En el Norte del Estado, dos hermanos que han brincado del PAN al PRI y luego al PVEM para regresar al blanquiazul son: Rodrigo y Ricardo García Escalante, quienes ahora son precandidatos a las diputaciones Local y Federal, respectivamente. El primero, Rodrigo García Escalante ya es Diputado Local y quiere reelegirse, y el segundo, Ricardo, acaba de dejar la Presidencia Municipal y se anotó para buscar la curul Federal, además ya fue Legislador Estatal en el período 2010-2013. Ambos son hijos del excontralor de Javier Duarte y Miguel Alemán, Ricardo García Guzmán, quien también ya fue Alcalde de Pánuco.
Pero el que rompe todos los moldes del buen gusto y el rubor es el exalcalde de Las Choapas, Renato Tronco Gómez, quien recientemente fue recibido de nueva cuenta por la alianza azul-amarilla-naranja y va como candidato a la Diputación Federal por el Distrito 11 con cabecera en Coatzacoalcos. Y no va solo, sino que lleva a su familia consigo, pues su hermano, Alejandro Tronco, es precandidato a la Diputación Local por Coatzacoalcos Rural y su nuera, Marisela Uribe Esquivel, disputará la curul Local en el Distrito de Minatitlán.
Además, su otro hermano, Miguel Ángel Tronco, es actual Alcalde de Las Choapas, cargo que obtuvo al ser postulado por el Partido del Trabajo. La sombra que pesa sobre Renato Tronco por –supuestamente- haber ordenado el asesinato del exregidor, Alfredo Pérez Juárez, en el 2003, su sangriento cacicazgo en el Sur veracruzano y su colaboración con el innombrable, quien lo llamaba “mi mejor guerrero” cuando se pasó al PRI, no fueron pecados suficientes ante los dirigentes del blanquiazul y el Sol Azteca para recibirlo y postularlo –junto a su parentela- a cargos de elección popular.
Tronco Gómez presume, impúdico, que los “acuerdos políticos” hicieron posible que la “Marca Tronco” vaya por todos los cargos en el Sur del Estado. Y no sólo en el Sur se dan estos amarres impúdicos, ya que en la zona Centro hay otra familia que se apoderó de todas las candidaturas. Son los González, neo-caciques en el Distrito de Huatusco. El diputado local por ese Distrito, Hugo González Saavedra, se inscribió para reelegirse en la curul; mientras que su hermano, Serafín González, se desempeña como Presidente Municipal de Coscomatepec.
Por si fuera poco, se difundió que una sobrina de los hermanos González Saavedra, de nombre Azalea González, también acudió a inscribirse como precandidata por el mismo Distrito. ¡Vaya, se tendrá que reformar la Ley para crear más curules en el Distrito, porque a la familia González no les alcanzan los cargos públicos para repartírselos! En las redes sociales los apodan como “la familia enferma de poder” y llaman al panismo local a rebelarse contra esta parentela que es la versión de los Tronco en las tierras del volcán: montan a caballo, usan sombrero, se paran como charros y son ladinos para saquear las arcas públicas.
Por cierto, en el Distrito de Huatusco habría entonces tres aspirantes panistas a la Diputación Local, porque la actual legisladora plurinominal, Teresita Zuccolotto, también busca la reelección por la vía de las urnas. Obviamente, Zuccolotto es la rival más débil porque los González Saavedra ‘mueven el pandero’ en ese Distrito y porque su padrino político, el exdiputado federal, Víctor Serralde Martínez –o como se llame en realidad- está en desgracia política frente al yunismo azul.
En resumen, en la coalición PAN-PRD-PMC hay una especie de fiesta parental para el reparto de candidaturas y aunque en algunos casos se hable de que la misma es una estrategia en la operación electoral, la inclusión de familias enteras rebasa el pragmatismo y se convierte en insolencia política.
CIERRES INDICATIVOS
Continuando en la misma brega electoral, ayer concluyó el período de precampaña de los aspirantes a todos los cargos populares que se renovarán en este 2018, tanto de nivel Federal como Estatal. A nivel Estatal, los cuatro aspirantes a la Gubernatura realizaron eventos para cerrar el proselitismo durante el fin de semana y estos fueron, por supuesto, indicadores de sus propias circunstancias.
Con reuniones masivas en Coatzacoalcos –plaza dominada por Morena- y Xalapa –también bajo dominio de Morena- el precandidato a la Gubernatura por la coalición “Por Veracruz al frente”, Miguel Ángel Yunes Márquez, finalizó el proselitismo interno acompañado por el precandidato presidencial de la misma alianza, Ricardo Anaya Cortés.
Por su lado, en la ciudad de Xalapa y bajo escenarios controlados, los precandidatos José Yunes Zorrilla de la alianza “Por un Veracruz mejor” (PRI-PVEM) y Cuitláhuac García Jiménez de “Juntos haremos historia” (Morena-PT-PES) hicieron lo propio. No estuvieron presentes sus candidatos presidenciales, José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador, respectivamente. Tal cosa es muy indicativa en el caso del tricolor, porque de todos los aspirantes priistas a gobiernos locales, el peroteño Yunes Zorrilla se dice “amigo directo” de Meade Kuribreña, porque fueron compañeros de Universidad. Y la forma es fondo, reza la ortodoxia tricolor. Ya se dijo, Yunes Zorrilla caminó la precampaña en solitario.
Del morenista García Jiménez, el cierre de precampaña en el salón de un hotel se “maquilló” con la asamblea estatal del Partido para, ahora sí, oficializarlo como su candidato. No hizo evento masivo porque sin López Obrador no llena una plaza, lo cual es indicador de quién será el competidor real en la contienda estatal: el tabasqueño. De la candidata del Panal, Judith González Sheridan, nadie supo nada. Es la abanderada de “paja”.
En el caso del PRI, la noticia para la zona Centro y concretamente para Córdoba es que Tomás López Landero finalmente volvió al redil priista y acudió al evento de Yunes Zorrilla, lo que corrobora la versión de que sería el candidato a la Diputación Local por la alianza PRI-PVEM.
EL MÁS ‘GOLPEADO’
En el análisis de los aspirantes a la Gubernatura al finalizar el período de precampaña, se tiene que el exalcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, se ubicaría como el aparente puntero. ¡Ojo!, hay algunas encuestas en las que Morena aparece dos y tres puntos arriba de Yunes Márquez, pero es el partido, no Cuitláhuac García, el abanderado de esa fuerza política. García Jiménez no es el competidor real, sino que está a expensas de López Obrador y la “marca” Morena.
Un insoslayable en el balance de la precampaña es que el boqueño necesita presentar una propuesta innovadora en el tema de la Seguridad Pública, que ha sido el punto vulnerable en la Administración del actual Gobernador, no porque haya fallado, sino porque le están cobrando el desliz que tuvo en su campaña electoral de prometer un plazo para solucionar la “ola” de violencia que es herencia de 12 años de corrupción y nexos con el crimen organizado.
Yunes Márquez debe hacerle frente al tema y para ello requiere presentar una oferta creíble y realizable. Claro, sin ceder a los “anzuelos” que le han lanzado para confrontarse con su progenitor. Algunos hasta le reclaman recurrir al “parricidio político” como se lo canturreaban a Javier Duarte respecto al innombrable. No hay ni siquiera un punto de comparación. El ahora candidato azul es la propuesta para, precisamente, sellar la “puerta” al pasado, para no permitir el retorno a la fidelidad, pues.
Esto también lo hace el más atacado mediáticamente de los tres aspirantes a la Gubernatura, porque hay muchos que añoran el pasado y aprovechan cualquier descuido para magnificarlo. Debe, por lo tanto, cuidar su discurso tanto en mensajes públicos como en declaraciones de prensa para afrontar –que no evadir- los “temas-trampa”. La “monarquía” y el “nepotismo” que le reclaman, son dos de ellos que seguirán en el zarandeo mediático.
Eso sí, le urge sacar de su discurso palabras como “estupidez”, “tontería”, “idiotez” y hasta el famoso “viejo guango” –como le llamó a López Obrador-, pues debe entender que los de enfrente son contrincantes, no enemigos. A los enemigos se les extermina, en una lógica de guerra, pero a los contrincantes se les combate con ideas. Eso es parte medular del quehacer político: debatir no descalificar ni eliminar. Es de gente limitada adjetivar como “una estupidez” los dichos que le son incomodos pretendiendo así atajar la polémica en lugar de inhabilitarla con la explicación, el análisis o el debate.
Otra tara detectada que tendrá que capotear son los personajes impresentables que le han acercado por cuestiones de la alianza partidista o de operatividad electoral. El argumento para justificar dicha cercanía es insuficiente. Dice que si bien los critican en el Puerto de Veracruz o en Xalapa, en sus regiones son auténticos líderes y muy queridos por los lugareños. Y cómo no, si los granujas siempre generan fascinación. Más si son dadivosos.
Que sean populares en sus ranchos no significa que sean buenas personas. Hay verdaderos pillos que son adorados en las regiones que dominan como señores de horca y cuchillo –además porque reparten dinero, hacen obra pública y apadrinan cualquier evento social-, pero eso no lava sus culpas ni es justificación válida para que sean “camuflajeados” como gente decente. En fin, Yunes Márquez tiene que innovar si pretende ser el candidato de las ideas de Estado, no el de las ocurrencias, la descalificación ramplona o del mero aparato estatal.