Veracruz.- Lucina López Hilario, habitante de la colonia Las Amapolas, perdió gran parte de sus pertenencias el día que la Tormenta Barry azotó a la región. Pese a los anuncios de las autoridades de que los apoyos ya llegaron, y ella y unas 100 personas más afectadas no han sido visitadas por parte de autoridades del Ayuntamiento de Veracruz y del Estado para ver qué perdieron o en qué se les puede respaldar.
Ella vive en calle Zapote, Lote 8, con sus tres nietos, y una hija. Hace poco más de una semana, aproximadamente, cuenta, la mitad de su casa quedó bajo el agua tras el desbordamiento de un canal de aguas negras que cruza la colonia.
Mesa, colchones, zapatos, ropa y una alacena se fueron a pique en medio de la inmundicia arrastrada por el canal que también se metió a la viviendas de los vecinos.
Lucina se dedica a levantar chatarra, botellas, papel y cartón para reciclarlo. Con eso saca recursos para mantener a su familia y echar para delante con la escuela de los pequeños.
Dos de sus nietos fueron abandonados por su madre, hace un año, y ahora entabla una batalla legal para quedarse con la custodia. Eso de la inundación, y la pérdida de sus bienes, es otro dolor de cabeza.
Agencias