Por José Miguel Cobián / columnista
A lo largo de mi vida he aprendido que la verdad es un antivalor en nuestra cultura. En las enseñanzas morales, en la ética, en los valores humanos, invariablemente insistimos en que hablar con la verdad es lo mejor, pero no quisiera imaginar un mundo o sociedad en donde todos hablen con la verdad… Vean algunas verdades que no se pueden reconocer, tanto de nuestra vida pública y personal.
Conciudadanos, el combate al huachicol no ha funcionado, no estamos preparados, fue una distracción porque no quisimos reconocer que cometimos un error al reducir las importaciones de gasolinas.
Ciudadanos, cometimos el error de cancelar el NAIM a un enorme costo para la Nación, sólo que no vamos a reconocer públicamente esto, preferimos dañar el futuro de México a aceptar que nos equivocamos.
Señores, acaba de llegar el nuevo titular de Seguridad (sea municipal, estatal o regional), como ustedes saben, trae con él a su banda de delincuentes. En tal zona van a incrementar los secuestros, en tal otra, los robos a los negocios… Etc.
Cierto, los congresistas de nuestro partido están muy mal preparados. Los escogimos por tómbola, jamás pensamos que fueran a ganar.
No hijo, en nuestra Iglesia nadie dice la verdad. No tenemos idea de lo que quiere Dios; sin embargo, hemos inventado una serie de reglas que te hacemos creer desde niño que son ciertas, para poder manipularte y vivir a tus expensas. Al grado que aunque nosotros, los representantes de esta Iglesia (me refiero a todas), cometamos los peores crímenes, siempre seamos perdonados.
Sí, entiendo que es mi responsabilidad como autoridad municipal tu seguridad, pero no me importa, no quiero problemas, que otro te proteja, yo prefiero gastar el dinero de tu seguridad en algo que me beneficie.
Te mentí, soy criminal porque me gusta dañar a los demás. El pretexto de que soy pobre o no tengo oportunidades, es sólo un pretexto… Me gusta el camino fácil, y en este País es más fácil con la impunidad en que vivimos.
Sí, todos sabemos que la Policía Preventiva no previene, la Policía Investigadora no investiga, la procuración de justicia y la administración de justicia se venden al mejor postor, y la rehabilitación en los penales es un gran mito. Todo es un negocio a costillas del más débil, sea víctima, chivo expiatorio o delincuente que por milagro cae en nuestras manos. A nadie nos importa ni la seguridad ni la justicia de los mexicanos.
Ganamos las elecciones, ahora se trata de acomodar a mis amigos en los mejores puestos. Ya es tiempo de que a nosotros nos toque beneficiarnos con el presupuesto.
Las licitaciones son para fingir honestidad, casi siempre tenemos decidido de antemano al ganador. No pierdas tu tiempo. Más de la mitad del gasto será sin ellas.
Soy tu líder empresarial, estoy buscando mi beneficio personal, por eso no levanto la voz en tu defensa, salvo en asuntos que no van a afectar mis negocios.
Soy tu líder sindical, tus derechos laborales y tu bienestar me importan un pepino, mi único objetivo es enriquecerme y si de paso obtengo alguna gratificación de otra índole por apoyar a compañeros o a compañeras, pues qué mejor.
Hola, soy Policía Municipal, Estatal, Federal de Caminos, de Tránsito, te ruego cometer alguna infracción menor para poder extorsionarte. Si me necesitas en algún asunto serio, debes saber que acudiré una vez que ya no haya peligro para mí. Me pagan muy poco, y estoy muy mal equipado como para arriesgarme por ti.
Porque alguien se inventó “lo que Dios quiere” estoy dispuesto a que cientos de miles de mujeres corran riesgos cuando se practiquen un aborto –que sabemos se van a practicar-, porque yo defiendo la vida de un cigoto, ya que se hizo tema importante en mi religión en el siglo pasado… antes era irrelevante.
Hola, me aburre sobremanera esta reunión, pero me siento muy bien, porque hay personas de mejor nivel social, político, económico, etc., y me encanta pensar que me codeó con ellos.
Sabes, no tengo comedor ni sala en mi casa, pero estoy presumiendo el carro del año, del cual debo cinco mensualidades atrasadas.
Estás haciendo algo bien, eso me molesta, me muero de envidia y te voy a atacar, porque lo que haces me permite ver la miseria de persona que soy.
Ya te dije que soy tu amigo leal… mientras me convenga.
Te digo que amo a México, que quiero que mejore, pero no voy a mover un dedo porque suceda. Es problema de otros. Es más, sinceramente, me importa un rábano, con que a mí me vaya bien, que se jodan los demás.
Eso de primero los pobres es un bonito lema. No me importa quitar apoyos que los benefician, yo quiero controlar el 25% del padrón con apoyos directos.
Te imaginas que todos dijeran la verdad… Si yo con pocas que digo caigo mal donde quiera…
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