El 1 de marzo de 1966, la sonda espacial Venera 3 de la Unión Soviética se convirtió en la primera en tocar otro planeta, al estrellarse contra la superficie de Venus.
Venera 3, parte del programa de exploración espacial soviético Venera, fue lanzada el 16 de noviembre de 1965 con la misión de posarse en el planeta Venus. Con una masa de casi una tonelada, contenía un sistema de radio comunicaciones, instrumentos científicos y una fuente de energía propia.