Tres años de gobernar a Veracruz, el Dr. Javier Duarte de Ochoa sumergido en sus propias emociones de poder, no se da cuenta que el pueblo veracruzano tiene su grado de percepción extrasensorial que califica al tercer informe de gobierno como vanal e irreal, es obvio que llenen de publicidad a Veracruz aduciendo que todo está bien y que vienen cosas mejores, el optimismo siempre es loable cuando de trabajar se trata pero para ocultar la verdad es demasiado oneroso. Escuchar decir que el Estado va en creciente desarrollo por generosas inversiones extranjeras parece bueno y halagador pero hay otros puntos que encienden foquitos rojos y que no dejan dormir plenamente a la ciudadanía.
No es necesario expresarse a nombre de todo el Estado, basta con ver nuestro entorno para destacar lo que mas preocupa a nuestra gente y una de las más puntuales es la inseguridad que se siente y que se vive, ese es el punto que nuestro Gobernador toca con cierta indiferencia.
Sabemos que Javier Duarte no gobierna solo y que detrás de su figura institucional tiene equipos cuyas funciones deben estar determinadas y bien definidas pero algo está mal entendido o mal comprendido porque lo que se ve no encaja con el tercer informe de labores gubernamentales, el engranaje de uno no coincide con el de los otros, así se percibe.
Escuchar a Erick Porres Blesa, secretario de Desarrollo Económico de los millones de pesos y dólares que se invertirán en el territorio veracruzano es impactante a simple vista, dice que se están generando miles de empleos bien remunerados, joven como es, destaca su energía a favor de quien gobierna, planes para otro tiempo que no es éste.
Estos tres años se han ido en Veracruz como se va el agua entre los dedos, ni siquiera la humedad queda, lento crecimiento, por aquí y allá se ven obras fidelistas sin concluir como son los puentes a desnivel, ahí están como testigos mudos de lo que no se hace bien y de lo que se hereda para mal.
Faltan tres años más y aquí en corto nos preguntamos: ¿Qué sigue? ¿Hacia dónde nos lleva Javier Duarte de Ochoa y sus inoperancias de poder? ¿Forzará cambios en su gabinete que ofrezcan mayores resultados a favor de sus gobernados? o dejará que el barco se hunda y que se salve quien pueda.