
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se prepara para enfrentar una drástica reducción presupuestaria del 20% en 2025, tras la decisión de su principal donante, Estados Unidos, de retirarse de la organización. Así lo reveló el director general de la agencia de salud de la ONU, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un correo interno al que tuvo acceso la agencia AFP.
Un golpe financiero sin precedentes
Estados Unidos, que aportó hasta 1,300 millones de dólares en el ciclo 2022-2023, representaba el 16.3% del presupuesto total de la OMS, cifrado en 7,890 millones de dólares. Con su salida, la organización enfrenta una pérdida de ingresos de 600 millones de dólares, lo que obliga a realizar ajustes significativos en su estructura y operación global.
La decisión de EE. UU. de retirarse de la OMS fue anunciada por el presidente Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca en enero. Según Trump, la medida responde a diferencias en las contribuciones de Washington y Pekín, así como a la supuesta parcialidad de la OMS a favor de China. Además, el mandatario congeló la ayuda internacional, afectando programas de asistencia sanitaria en diversas regiones del mundo.
Ajustes en el presupuesto y su impacto en la salud global
El recorte financiero ha llevado a la OMS a revisar sus previsiones presupuestarias para los próximos años. En febrero, el Consejo Ejecutivo de la organización redujo el presupuesto propuesto para 2026-2027 de 5,300 millones de dólares a 4,900 millones. Posteriormente, debido al deterioro de la ayuda internacional, la cifra se ajustó nuevamente a 4,200 millones, representando una reducción del 21% respecto al monto original.
Medidas de ajuste en la OMS
Ante este escenario crítico, la OMS ha anunciado que los recortes impactarán en primer lugar a su sede central, comenzando por los altos dirigentes, pero se extenderán progresivamente a todas las regiones y niveles de la organización. Esta situación podría afectar programas clave de salud pública, incluyendo la respuesta a emergencias sanitarias, la lucha contra enfermedades infecciosas y el apoyo a países en vías de desarrollo.
Con una crisis de financiamiento en puerta, el futuro de la salud global queda en un escenario incierto, con la OMS en busca de nuevas estrategias para mantener sus operaciones y seguir cumpliendo con su misión de proteger y mejorar la salud de millones de personas en todo el mundo.
