Sería muy injusto que por un partido muy mal jugado olvidemos ese gran futbol que ha exhibido el Barcelona a lo largo de cuatro años. Es imposible recriminar a este equipo que yo considero el mejor de la historia, por una mala noche vivida en Múnich.
Muchas veces los capítulos en el futbol se escriben a base de circunstancias y éste fue un ejemplo claro. El arbitraje, que fue igual de malo para los dos, influyó en el marcador y quizá de no haber sido por esos errores no estaríamos hablando de un resultado escandaloso.
El no poder contar con un Lionel Messi en plenitud, no deja de ser un factor considerable. Yo le recuerdo partidos contra equipos similares, porque decir que recientemente hemos visto planteles iguales a los del Bayern sería una irresponsabilidad. Y el argentino en otras ocasiones ha sido capaz de romper cualquier orden defensivo cambiando el rumbo de un juego.
Pero, bueno, más allá del estado físico del argentino o de las decisiones arbitrales, desconocimos a un Barcelona que ya nos había acostumbrado a actuaciones brillantes.
En los últimos cuatro años, así como ha tenido grandes juegos este equipo también ha perdido. Pero por lo menos en este tiempo yo no recuerdo un juego en el que su rival haya sido tan superior.
Y no podemos tampoco estancarnos en la crítica hacia un equipo que tiene muchos más capítulos brillantes que bochornosos. También debemos destacar lo que hizo el Bayern Múnich.
Un equipo que en todo momento conservó un orden táctico impecable. Defensivamente cerró los espacios y nunca perdió la concentración que pudiera derivar en un error.
Utilizó muy bien a sus jugadores explosivos para avasallar al Barcelona y tuvo la contundencia necesaria para liquidar en gran medida esta fase.
Es preciso reconocer el trabajo de un equipo muy poderoso. Con un plantel sumamente rico y bien dirigido. A diferencia de la temporada anterior, este Bayern vive un gran momento futbolístico en donde parece difícil encontrar a un rival que le pueda complicar la vida.
Y lo sucedido en Múnich también nos debe hacer pensar si la era brillante de este Barcelona ya terminó.
Eso a mí me parece complicado entenderlo, soy consciente y creo que los blaugrana en algún momento cerrarán este proceso que ha sido tan exitoso.
Ya se fue el técnico que construyó esta época, está por irse un portero que tanta seguridad transmite y no tarda en despedirse un futbolista todo corazón como Carles Puyol.
Pero decir que la era brillante del Barcelona ya tuvo su último capítulo me parece una exageración. Creo que aún tiene jugadores sumamente talentosos con muchos años por delante.
El oscuro capítulo de Múnich también será parte de esta historia llena de logros y, aunque parezca difícil entenderlo, le servirá de mucho a un equipo que se había acostumbrado a ganar y que nos había acostumbrado a disfrutar de su excelso futbol.