Hasta ahora el trabajo de investigación de la sonda Juno desde su llegada a la órbita del planeta Júpiter en julio de 2016 había permitido conocer los detalles sobre su atmósfera y superficie. Sin embargo, la misión de la NASA ha dado un paso más y ha profundizado también en los detalles del interior del quinto planeta del Sistema Solar.
Según el estudio, el interior de Júpiter es conductor, es decir, está parcialmente ionizado, de modo que la materia es arrastrada por el campo magnético para girar de forma uniforme.