Estados Unidos.- Siente por él entre “fascinación y agradecimiento”, sabe que su tela favorita es el “tweed”, que detesta el azul marino y asegura que el tipo de mujer que recrea en el cine ha pasado a la moda. La diseñadora de vestuario Sonia Grande se ilumina cuando habla de Woody Allen y cuando viste sus películas.
Su último trabajo es el vestuario de Magia a la luz de la Luna, la última cinta del director neoyorquino, que se estrena el fin de semana y que transporta al espectador a la Francia de los años veinte, donde el hedonismo se mezcla con el esoterismo y el interesante aburrimiento de los ricos.
“Cuando me llama Woody Allen me ilumino, cómo si quiere hacer la revolución rusa”, explica con humor la diseñadora española de vestuario más internacional junto con Paco Delgado.
Ganadora de un Premio Goya por La niña de tus ojos en 1998, de Fernando Trueba, reconoce que, en esta película, desde las primeras referencias, “hubo muy buen feeling, estaba muy de acuerdo con todo”.
Grande ya había “tocado” los años veinte con Allen en Midnight in Paris (2011), “pero eran unos veinte muy diferentes”, artistas, intelectuales, como Hemingway o Picasso, que vivían “esa noche bohemia”, mientras en Magia a la luz de la luna se retrata una sociedad “de mucho dinero” donde la gente vive “una vida bastante fácil, como de eternas vacaciones”.
Pero la clave no sólo es comprar ropa antigua, hay que construir el personaje y, como en su última experiencia con Allen, “vestir la libertad de la mujer” preservando la elegancia y el estilo.
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