Orizaba.- Un fuerte despliegue policiaco se registró ayer lunes para custodiar la periferia del Juzgado Primero de Primera Instancia en Orizaba, en donde fue presentado a declarar Marco Antonio Martínez Sánchez, alias “La Momia”, presunto líder de una banda de secuestradores, acusado de encabezar por lo menos 21 plagios y 13 homicidios.
El indiciado negó todos los cargos en su contra y sólo aceptó un asesinato “en defensa propia”, ocurrido hace 20 años: el de Héctor Noriega Torres, a quien mató con cinco balazos, el 25 de diciembre de 1994, en el municipio de Yanga.
Desde esa fecha, dijo, se mantuvo prófugo de la justicia en Loma Bonita, donde se desempeñaba como agricultor y cafetalero.
A las 11:23 horas llegó el convoy de la Dirección General de Prevención y Reinserción Social (DGPRS), escoltado por las unidades de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Al impresionante operativo se unieron varias unidades de la Fuerza Civil, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); así como de la Gendarmería de la Policía Federal, las cuales se apostaron en las inmediaciones de la Norte 3, causando expectación entre los pobladores.
En todo momento, tranquilo, mientras escuchaba su declaración emitida por escrito, Marco Antonio Martínez refutó lo relatado por la secretaria de ese juzgado y aseguró que fue torturado y amenazado para firmar y poner sus huellas digitales en dicho documento.
A “La Momia” se le investiga por 21 secuestros cometidos en los estados de Veracruz y Puebla, entre ellos el de Amarildo Votte Ramos, hermano del ex alcalde de Ixtac, Nelson, de los mismos apellidos.
De acuerdo con la causa penal 138/2014, Martínez Sánchez negoció en 50 millones de pesos la libertad del hermano del ex funcionario y acordó la entrega-recepción del dinero del rescate. Al parecer, la familia del hombre secuestrado sólo logró juntar la cantidad de 230 mil, lo que “molestó” a sus captores, quienes decidieron asesinar a Amarildo.
Como se recordará, Votte Ramos fue plagiado el pasado 7 de octubre en la congregación de Sumidero, de Ixtaczoquitlán, cuando se dirigía a su trabajo a bordo de un taxi de ese municipio; el cadáver de Amarildo fue encontrado el 20 de octubre en un canal de aguas negras en el municipio de Yanga.
Como pago de ese crimen, “La Momia” obtuvo 70 mil pesos y el resto se lo quedó un hombre identificado como “El Reyes”, y otros integrantes de esa banda delictiva, entre ellos dos policías judiciales.
Con base en las investigaciones, la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) y las autoridades de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), así como de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) lograron la captura del presunto delincuente.
Con la captura del supuesto líder de una banda de plagiarios se reveló que el “negocio” les dejaba ganancias millonarias para la adquisición de ranchos, casas, terrenos, vehículos de lujo; así que “La Momia” heredó su fortuna y posesiones a su esposa y sus tres hijos.
Como rescate en los múltiples plagios que se le adjudican, los secuestradores pedían cantidades que iban desde los 250 mil pesos hasta los 50 millones de pesos.
Según las indagatorias de las autoridades de la PGJ, a “La Momia” se le atribuye entre otros el secuestro del ingeniero Juan Campos, por quien pidieron 800 mil por su liberación.
En la declaración que ahora niega, se decía que, en Totutla, participó en el plagio de un empresario cafetalero, por quien exigieron 250 mil pesos por su rescate; en ese mismo municipio negoció la liberación de otro secuestrado, por el que cobraron también la misma cantidad.
Hace un par de años, en La Tinaja, se llevaron a un hombre de apellido Cordero, por quien exigían la cantidad de dos millones de pesos. Un hombre que se atrevió a pagar con joyas, pero de oro laminado, fue asesinado por “La Momia” y sus hombres, después de mantenerlo seis días cautivo; el mismo destino tuvo un hombre llamado José Santos, del municipio de Cuitláhuac, de quien sus familiares no pagaron por el rescate y fue ejecutado.
En Cotaxtla, secuestró a un sujeto por el que pidieron 400 mil pesos por su liberación, mientras que otra de sus víctimas, el empresario Pedro Morales, pagó cinco millones de pesos para ser liberado; entre otros secuestros descritos en el expediente.
Esos actos delictivos le dejaron ganancias por más de cuatro millones de pesos, según indicó “La Momia”, con los que adquirió diversas propiedades en el estado de Campeche, entre ellos el rancho Sagrado Corazón de Jesús, que comprende más de 120 hectáreas.
Para “garantizar” el patrimonio de su esposa y tres hijos, de 13, 11 y 9 años, Marco Antonio Martínez Lezama compró una casa en Campeche con un valor superior a un millón, 100 mil pesos; otra casa en Ciudad Cardel y dos terrenos.
El hombre adquirió más de 56 cabezas de ganado y varios vehículos, todo ello a nombre de su esposa, Susana Flores Sánchez.
DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO