
Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.- El uso de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral ha simplificado numerosas tareas, permitiendo a los empleados optimizar su tiempo y aumentar su rendimiento. No obstante, también ha generado una preocupante tendencia: la dependencia excesiva de estas herramientas como reemplazo del esfuerzo individual. En distintos sectores, desde oficinas hasta áreas creativas, algunos trabajadores han dejado de realizar actividades esenciales, confiando por completo en la tecnología y reduciendo su nivel de compromiso.
De acuerdo con especialistas en gestión empresarial, muchas compañías han detectado que ciertos empleados utilizan la IA incluso para tareas mínimas, sin supervisar ni mejorar los resultados. Esto ha llevado a cuestionar la verdadera aportación de estos trabajadores. “Si alguien no genera valor más allá de lo que hace un sistema automatizado, su puesto deja de ser indispensable”, advierten expertos en el tema. Ante este panorama, diversas organizaciones han optado por disminuir su plantilla y sustituir procesos manuales con soluciones digitales.

A esta problemática se suma otro factor: el desinterés por integrarse al mercado laboral. Con el incremento de apoyos gubernamentales, hay quienes prefieren depender de estos incentivos en lugar de buscar empleo o capacitarse para adaptarse a los avances tecnológicos. “El problema no es la IA, sino la manera en que se utiliza. Puede ser una gran aliada si se complementa con el talento humano, pero también puede convertirse en un reemplazo cuando se cae en la pasividad”, señalan analistas del sector laboral.
