De la redacción
El Buen Tono
Fortín, Veracruz. – La inseguridad se ha vuelto un problema crítico en Fortín, como lo demuestra el reciente robo de quesos a un vendedor ambulante por un hombre que actuó acompañado de dos niños. Este acto delictivo, registrado por un sistema de circuito cerrado, ha causado una oleada de indignación en la comunidad, que se siente cada vez más impotente ante la creciente ola de criminalidad que afecta a los sectores más vulnerables.
Las imágenes del robo muestran a los menores huyendo mientras su cómplice se aleja con la mercancía en las manos. El vendedor, distraído al atender a los automovilistas, se convirtió en víctima de una situación que evidencia no solo su vulnerabilidad, sino también la falta de protección que enfrentan quienes dependen de la venta ambulante para subsistir.