Los candidatos a gobernador y diputados locales que seleccione el pueblo veracruzano, serán los que enarbolen la luz del progreso, o la oscuridad que los hundirá más, y tocar fondo, porque no se vislumbra ninguna esperanza en este sexenio, y quizás tampoco en un tiempo cercano.
A treinta y un días de que se celebren las elecciones, aún no se vislumbra ningún candidato que asegure que será el ganador, pues en este movimiento se vienen desarrollando muchas vertientes, tal parece que quieren confundir al electorado, situación que persigue el partido en el poder, y de esa manera tratar de llegar a la silla gubernamental y a las curules de la cámara de diputados.
Desafortunadamente, hasta hoy, sólo ha habido discursos muy pobres, donde los candidatos no han concretado de qué manera van a realizar lo que supuestamente proponen, lo que sí se ha observado es que las concentraciones del partido en el poder no han cambiado, pues siguen acarreando gente a la que prácticamente engañan con dinero, con la condición que aplaudan cuando se les indique.
Lo que sí se tiene conocimiento, es que el mapache mayor retorna al Estado de Veracruz, para tratar de influir en las elecciones, pero imagínense, viene con la intención de hacer perder al candidato con quien hace muchos años tuvo una confrontación personal, es decir, no para beneficiar a su corrupto partido, pero sí para tratar de que gane.
Sigue el Partido Revolucionario Institucional desesperado, pues las encuestas lo colocan prácticamente en tercer lugar, y los otros dos candidatos subiendo, a pesar de la guerra que emprendieron en contra de la oposición, infantilmente abriendo las puertas de su domicilio para que la gente viera que vive modestamente, al grado de que invitaron a religiosos, jugando así con la fe del pueblo.
Siguen regalando carne a precios módicos, dinero, pescado, recogiendo credenciales de elector, etc., es decir, las mismas mañoserías de ese organismo político, teniendo como apoyo al dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos CNC, Juan Carlos Molina Palacios, y a Juan Nicolás Callejas Roldán, quien logró un control absoluto de los profesores de la Sección 32 SNTE, claro teniendo como sostén a Juan Nicolás Callejas Arroyo, Cacique del magisterio federal, quien prácticamente nunca trabajó de profesor, logrando introducirse a la política, acumulando una buena riqueza material y disfrute de grandes fiestas donde hubo de todo, buenos vinos y otros menesteres que se gozan con las posiciones políticas magisteriales.
Ahora le toca a Juan Nicolás Callejas Roldán, quien ya se enfila para ocupar una silla en el Congreso Local, pues es la herencia que le deja su familiar, colocándose en el primer lugar para ocupar una diputación local plurinominal, pues no quiso arriesgarse de otra manera por el repudio que existe en muchos profesores, por haberlos traicionado con apoyar la reforma educativa, que nunca lo ha sido, permitiendo así los grandes atropellos que vienen sufriendo muchos profesores.
Juan Carlos Molina Palacios, representante del campesinado veracruzano, también como premio de venirlo engañando, se prepara también para ocupar una curul en el Congreso Local, pues el campo puede seguir esperando, y los campesinos seguirán comprando huevos, carne, maíz, etc., en la ciudad, y continuar viviendo en la pobreza, al fin y al cabo su dirigente ya es reconocido internacionalmente por la crianza de buen ganado.
Varios diputados locales que pidieron licencia para incorporarse a la campaña del candidato que abrió las puertas de su casa, siguen recorriendo sus distritos haciendo proselitismo, pero ya nadie les hace caso, pues forman parte de la clase política que se ha enriquecido a costa del engaño que a través del tiempo, han hecho y que les ha permitido gozar también de una excelente riqueza material, aparte de todo lo que se deriva de ser miembro del grupo en el poder.
