POR: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ/ columnista
El pueblo veracruzano dio el primer paso histórico electoral el 5 de junio del 2016, cuando decidió echar a la basura el hegemónico partido político que gobernó durante ochenta y seis años a esta Entidad Federativa, dejándolo totalmente en la ruina, y por eso con valentía y decisión debe luchar con sus nuevas autoridades gubernamentales estatales, para sentar las bases de lo que debe ser el nuevo Veracruz, que aspira a seguridad y todo lo que se derive para alcanzar el progreso.
Se debe tener muy claro que ese corrupto partido que terminó su desgobierno el 30 de noviembre del presente año, ha dado muestras de que no se ha cansado de perjudicar a la ciudadanía veracruzana, y la muestra se ha dado en el Senado de la República, principalmente con José Yunes Zorrila, priista, que jamás tuvo una postura firme frente a los graves problemas que se venían presentando en el Estado de Veracruz, y sólo manifestó esporádicas declaraciones para aparecer en los medios de comunicación.
En el Senado de la República se llegó a amenazar con desaparecer los poderes en Veracruz, y nombrar un Gobernador provisional, pues ante los gravísimos problemas económicos por los que se ha venido atravesando, aunque riesgosa con todo lo que implica la desincorporación fiscal, hubiera sido una alternativa ante la falta de apoyo que venía presentando la Federación.
Todo eso nos muestra que el priismo ha muerto en la Entidad veracruzana, pues en lugar de ser una oposición responsable, nos dice que es todo lo contrario, pues sigue alimentando a la corrupción a través de ayuda que viene prestando a indeseables individuos de otros partidos satélites, para que sigan medrando de los presupuestos de otros niveles de Gobierno.
Es el caso concreto de un individuo que quiere ser por tercera vez Presidente municipal en la Cuenca del Papalopan, y a quien, presuntamente, el senador José Yunes Zorrilla lo viene ayudando bajando programas de empleos temporales para hacer proselitismo a su favor, y tratar de llegar nuevamente a la Presidencia municipal de Cosamaloapan, Ver., donde hizo, supuestamente, graves perjuicios que todavía viene sufriendo esta municipalidad, pero que lamentablemente lo han venido cubriendo, pues a pesar de tener elementos legales no han procedido para ponerlo en su lugar.
Tal parece que Cosamaloapan está condenada a ir retrocediendo cada día más, al grado que ya viene siendo considerado como un rancho grande, donde se ven muchas casas abandonadas, calles destrozadas, malos servicios públicos, etc.
Los veracruzanos y los cosamaloapeños se preguntan que si en el Pacto Federal, está especificado que los gobernantes Estatales y Municipales deben apoderarse de las arcas con todo el dinero que aportan los ciudadanos a través de sus impuestos, y no emplearlos en obras públicas.
¿Por qué se siguen protegiendo a los presuntos delincuentes oficiales de todos los niveles de Gobierno? El día que se pongan castigos ejemplares a esos individuos, ese día empezará a resurgir el País, los Estados, los municipios.
Mientras tanto el Gobierno Federal debe participar en el resurgimiento de Veracruz, como ya lo vienen haciendo con otras Entidades como Oaxaca, que ha sido priista por muchísimos años, que también la han tenido en la bancarrota, pues se recuerda a José Murat quien con Fidel Herrera Beltrán, intercambiaban obras para poder, supuestamente, obtener buenos dividendos.
Que se recuerde también que Veracruz aporta grandes cantidades de dinero a la Federación, y por regla general, no son devueltos en obras de beneficio público.
La historia nos habla también que hace muchos años un senador veracruzano fue congelado por el echeverrismo, por haber hablado pidiendo obras para Veracruz, pues normalmente se concentraban en el antiguo Distrito Federal.
