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La guerra contra el cáncer de mama

Superiberia

Córdoba.- “El cáncer de mama no es una enfermedad, esto es una guerra y se tiene que aprender a vivir con el”, sostuvo Mayola Espino, sobreviviente.

Hace dos años, mediante la autoexploración, logró la detección de una bolita en uno de sus senos y desde ese momento inició su lucha.

Cuando Mayola se detectó la presencia del tumor en su seno, el cáncer ya se encontraba en la tercera etapa, su tratamiento inicial constó de 30 quimioterapias y 25 radioterapias. Pese a que ha sido un proceso “largo y doloroso”, los médicos han confirmado que no se puede cantar victoria contra la enfermedad, pues además de mantener un tratamiento médico por cinco años más, persiste el riesgo de presencia de células cancerígenas en otras parte del cuerpo.

“Durante el tiempo que yo estuve en tratamiento, vi muchas mujeres que regresaban porque tenían cáncer en otras partes del cuerpo y más agresivos, pulmones, páncreas. El cáncer regresa, por eso vivo el momento y el día, pero siempre hay un miedo”, dijo.

NEGACIÓN Y AISLAMIENTO

Mayolita es originaria de Michoacán, con 20 años de radicar en Córdoba. Ella no tenía antecedentes de familia con cáncer, tampoco consumía alcohol ni mucho menos cigarro, por eso la aceptación de la enfermedad en su cuerpo fue un duro golpe. Tuvo que pasar por un momento de negación. Más de cinco doctores confirmaron la presencia de cáncer, antes de aceptar realizarse la biopsia.

Actualmente tiene 56 años de edad y esta integrada en un grupo de apoyo a mujeres con cáncer. Aunque en su momento, las dudas y reproches sobre la presencia del cáncer en su cuerpo la alejaron de sus hijos y familia más cercana, ella misma reconoció que no quería que la vieran llorar.

“Las mujeres somos el pilar de las familias y no tenemos quién nos apoye. Muchas personas por eso no quieren las quimios. A mi si me dicen que tengo otro problema de salud, ya no regreso a una quimio” , agregó.

PALABRAS DE ALIENTO

Cuando Mayola fue intervenida a cirugía, se le detectaron 16 ganglios, de los cuales 10 eran cancerígenos. Hoy en día, aseguró que lo único que resta es vivir y disfrutar de todo lo que se tiene, días de lluvia y de Sol.

Su entereza contra el cáncer ha hecho de Mayola una mujer que busca apoyar a otras a salir de la enfermedad, es por ello que no les niega unas palabras de aliento a todas aquellas féminas que están pasando por la misma situación que pasó hace dos años.

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