Este sábado, la emblemática Catedral de Notre Dame de París abrió nuevamente sus puertas tras una restauración total, cinco años después del devastador incendio de abril de 2019. El evento histórico, que comenzó con una solemne ceremonia a las 19:00 horas, marcó el regreso de uno de los monumentos más importantes del mundo y reunió a unos 40 líderes mundiales, como el presidente francés Emmanuel Macron, el presidente electo de EE. UU. Donald Trump, y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
La restauración, que involucró a centenares de artesanos, culminó en un impresionante trabajo de reconstrucción que incluyó un tejado completamente renovado, una nave limpia y moderna, así como una iluminación mejorada con tecnología LED. El órgano histórico, que fue desmontado y restaurado, volvió a sonar en una ceremonia que destacó por su emotividad y simbolismo.
El evento también fue una oportunidad para la diplomacia internacional. Antes de la ceremonia, Macron organizó una reunión en el Elíseo con figuras de la talla de Trump y Zelenski, quienes, en medio de sus propios desafíos políticos, se unieron para celebrar la recuperación de este símbolo cultural de la humanidad.
La reapertura de Notre Dame no solo es un triunfo arquitectónico, sino también un reflejo de la solidaridad global. Las enormes donaciones de todo el mundo, especialmente de Estados Unidos, permitieron financiar esta histórica restauración. A lo largo de los próximos seis meses, se celebrarán diversas misas y eventos para honrar a los donantes y a los trabajadores que hicieron posible esta reconstrucción.
El Papa Francisco, quien no pudo asistir debido a compromisos previos, envió un mensaje especial que fue leído durante la ceremonia, resaltando la importancia de Notre Dame como un lugar de consuelo y esperanza. Además, el arzobispo de París, Monseñor Laurent Ulrich, ofició la ceremonia, abriendo las puertas de roble macizo del templo con tres golpes de báculo, marcando el inicio de una nueva era para la catedral.
La noche culminó con un espectacular concierto en el que participaron artistas de renombre internacional, como el director venezolano Gustavo Dudamel y el pianista Lang Lang, brindando un homenaje musical a la resurrección de este ícono mundial.
Notre Dame, después de cinco años de arduo trabajo, ha vuelto más grandiosa que nunca, ofreciendo una visión renovada y un mensaje de esperanza para el futuro.