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La flota de Putin bajo la bandera de Panamá

Superiberia

AGENCIA

Internacional.- En un hecho poco común, dos petroleros enfrentaron incidentes técnicos casi simultáneamente en las aguas europeas este fin de semana. Mientras se realizaba la operación de rescate del petrolero “Eventin” frente a la costa de Rügen, otro buque, el “Jazz”, también reportó problemas en su motor. Según fuentes oficiales, la tripulación del “Jazz” logró resolver los inconvenientes por sí misma después de varias horas. El petrolero permanece anclado frente a Skagen, al norte de Dinamarca, y el “Eventin” debería ser trasladado a la misma zona, aunque hasta el jueves no había recibido autorización para continuar su viaje por parte de las autoridades alemanas.

Ambos buques navegan bajo pabellón panameño, un hecho que ha generado debate debido a la popularidad de esta bandera entre los petroleros rusos, a pesar de las sanciones internacionales. Aunque el “Jazz” no figura en la lista de la “flota fantasma” rusa, como el “Eventin”, los dos comparten la misma bandera. Panamá es conocido por su registro abierto, permitiendo a cualquier persona o empresa registrar un buque sin importar su nacionalidad. Esta facilidad ha hecho del país centroamericano un destino preferido para los armadores, que buscan menores costos y la posibilidad de eludir ciertas normativas laborales y marítimas.

De acuerdo con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), aproximadamente el 16 por ciento (%) de los buques mercantes a nivel mundial operan bajo bandera panameña, lo que posiciona a Panamá como líder en registros. Sin embargo, este fenómeno ha sido objeto de críticas por parte de expertos en derecho marítimo, quienes señalan que el país se ha convertido en un “Estado de pabellón de conveniencia”, donde las regulaciones son más laxas.

Aunque no es posible prohibir la navegación de barcos con bandera extranjera según el derecho marítimo internacional, expertos como Alexander Proelß, catedrático de Derecho Marítimo Internacional, señalan que la Unión Europea podría aplicar restricciones únicamente a los buques rusos. Por su parte, Panamá ha intentado garantizar la seguridad de los buques registrados, retirando alrededor de 160 barcos del registro en 2022 debido a su edad avanzada o vinculación con prácticas pesqueras ilegales.

Este escenario refleja las tensiones y desafíos que enfrenta el comercio marítimo global, mientras la comunidad internacional busca lidiar con las sanciones y las prácticas de registro que facilitan la evasión de regulaciones y sanciones económicas.

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