ORIZABA.- Ante un panorama sombrío que aqueja a la sociedad, toca con humildad reconocer que estamos en un ambiente violento y enrarecido y tener esperanza de que los problemas se pueden solucionar en todos los ámbitos, dijo el vocero diocesano Helkyn Enríquez Báez, tras los hechos de violencia que prevalecen en la zona.
Expresó que debe haber esperanza; en la Iglesia se conoce como conversión ese cambio que surge a nivel individual y que se replica colectivamente ya sea en las instituciones o las familias, refirió.
Y explicó que reconocer el error o el problema, es el primer paso para asumir la responsabilidad de ir solucionando los distintos conflictos que aquejan a la sociedad.
“Es decir, en la medida que se deje de negar que hay violencia o se les califique de “eventos aislados”, no se está reconociendo y no se van a solucionar. El primer caso es una actitud de humildad y decir no está bien la situación y entonces crear conciencia de lo que a cada sector corresponde hacer”, enfatizó el sacerdote.
Llamó a no generar violencia como sociedad, por ejemplo, a la Iglesia le toca anunciar que es posible un cambio “los cristianos le llamamos conversión”. Al educador en la escuela le toca generar una cultura de paz, impulsando valores como la honestidad, diálogo, tolerancia y aquellas acciones de justicia.
Y en el ámbito de la Seguridad, tocará procurar justicia, cuidarla y promoverla; pero si la población como tal no activa una cultura que vuelva a humanizar, entonces seguiremos en el mismo ambiente, señaló el presbítero.