Los Ángeles.- Una corte de apelaciones resolvió que los familiares de una mujer de 80 años, declarada erróneamente muerta de un infarto pero que terminó muriendo congelada en un área de la morgue, podrán demandar a un hospital de Los Ángeles.
Por el presunto delito de mala práctica médica, la segunda corte de apelaciones admitió la posibilidad de demandar a un hospital de Boyle Heights.
En el aparente error, María de Jesús Arroyo, de 80 años, fue declarada muerta de un infarto mientras se encontraba en el hospital en 2010, por lo que fue puesta en un área de la morgue donde revivió y terminó muriendo por congelamiento.
Los familiares descubrieron antes de sus funerales que la mujer tenía la nariz rota, que tenía golpes y rasguños en su cara que aparentemente ella misma se causó cuando despertó del infarto.
Su viudo y sus ocho hijos habían presentado sin éxito dos demandas contra el hospital White Memorial Medical Center por los descuidos en la atención a la mujer.
La corte de apelaciones desestimó que ambas demandas fueran declaradas improcedentes y resolvió que se podrá proceder aun cuando se haya rebasado el estatuto de limitaciones de un año para demandar en estos casos.
Familiares de la mujer la habían encontrado inconsciente en su casa el 25 de julio de 2010, por lo que fue trasladada en ambulancia al citado hospital y en donde los médicos dijeron que habían sido infructuosos los intentos por revivirla.
Cuando fueron notificados los familiares al pasar a verla observaron que no tenía los rasguños ni heridas en las uñas y cara, las cuales sí presentaba al momento de realizar su sepelio.
Los familiares denunciaron que el mismo hospital intentó maquillar las lesiones que aparentemente la paciente se causó al revivir mientras estaba en una bolsa con cierre.
Estos indicaron que el cuerpo de la mujer fue encontrado boca abajo en la citada bolsa en un congelador de la morgue y con múltiples escoriaciones.
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