Córdoba.- “Previo a su “comparecencia” ante Televisa para adelantar su solicitud de licencia, el gobernador Javier Duarte fue citado a Bucareli, en donde el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le dijo que tenía que irse”.
¿Las razones? Entre muchas otras, “el asesinato y destazamiento de los universitarios sumado al estado de violencia e ingobernabilidad por la disputa de la plaza entre grupos criminales –los Zetas y Nueva Generación-“Esos hechos, sucedidos recientemente, hacían insostenible a Duarte como Gobernador del Estado.
Lo anterior, es parte del inicio de la columna “línea caliente”, del periodista Edgar Hernández, que se reproduce íntegra en esta misma edición, y en la que se da a conocer que, en dicha entrevista con Osorio Chong, “Javier Duarte, derrotado aceptó, no sin antes “negociar”, los términos de su salida que incluían un salvoconducto familiar y un juicio penal justo, apegado a la Ley. Ello a cambio de guardar silencio y no utilizar como herramienta mediática de defensa una presunta entrega de dos mil 500 millones de pesos para la campaña de Enrique Peña Nieto en 2012”.
Y, a cambio, “el aparato le garantizó en equidad, llevar hasta sus últimas consecuencias la investigación contra Yunes Linares, sustentado en un desmesurado enriquecimiento ilícito. Todo ello a sucederse antes del primero de diciembre”.
El “tinglado” de la licencia pactada con Duarte, sigue el columnista: Premio nacional de Periodismo, incluía presentar licencia el miércoles 12 en el programa de Carlos Loret, esperar el arranque de la Permanente en el Congreso Local para evitar que el pleno impidiera la asunción de Flavino Ríos y salir de Veracruz sin escándalo… por el momento. Todo salió bien, salvo un pequeñísimo detalle.
En su columna, Edgar Hernández, explica qué es lo que Miguel Ángel Yunes Linares anunciará el primer día de su mandato, el 1 de diciembre próximo que, como dijo en medios nacionales, “cimbrará a México”.
Cuando anuncia que “Cimbrará a México”, se refiere a la “donación” de 2 mil 500 millones de pesos del Gobierno de Duarte para la campaña de Peña Nieto; se refiere a presuntas propiedades en el extranjero, entregadas a terceras personas para beneficio del grupo presidencial y se refiere a ciertos secretarios de Estado federales, que a lo largo del sexenio de Duarte se vieron beneficiados de manera personal y en sus proyectos políticos. En cualquier escenario, “la advertencia de Miyuli está dada”.