Ubicado en el corazón de Veracruz, Huatusco de Chicuellar se erige majestuoso a los pies del Pico de Orizaba, el volcán más alto de México. Este pintoresco pueblo, que forma parte de la Ruta del Café, no solo destaca por su belleza natural, sino también por ser uno de los principales productores de café del país, gracias a su altitud y a su ubicación en la sierra veracruzana.
El cultivo del café en Huatusco tiene raíces profundas que se remontan a la época precolombina, cuando los indígenas habitaban la región. En el siglo XIX, la llegada de la planta de café a México, traída desde Cuba por el Conde de Oñate, transformó la economía local y sentó las bases de una tradición cafetalera que perdura hasta nuestros días. En 2023, Huatusco exportó café por más de 15 millones de dólares, según datos de la Secretaría de Economía de México.
Una de las joyas de este pueblo es la escultura “La Cortadora de Café”, creada por el escultor Javier Ortiz en 2002. Situada en la entrada de la ciudad, esta imponente obra de arte rinde homenaje a las mujeres trabajadoras que han sido fundamentales en la producción del café. Representa a una mujer vestida con traje típico, sosteniendo un canasto lleno de granos seleccionados, acompañada de un niño que también carga su propio canasto, simbolizando la continuidad de esta labor a través de las generaciones.
La escultura no solo destaca la destreza y dedicación de las mujeres en la cosecha del café, sino que también refleja su papel como madres y cuidadoras. La delicadeza con la que seleccionan y cortan cada grano es un arte en sí mismo, y su compromiso garantiza que cada taza de café sea excepcional. Así, “La Cortadora de Café” se convierte en un símbolo de la identidad y la cultura de Huatusco, recordándonos que detrás de cada exquisita taza de café hay una historia de trabajo y pasión.
