Un estudio reciente ha revelado que en China las personas mayores que se han expuesto a la contaminación durante un largo período de tiempo podrían haber visto reducida su capacidad cognitiva (aspectos como su facilidad para prestar atención, recordar conocimientos adquiridos en el pasado y generar nueva información), tras someterse a pruebas verbales y matemáticas. A medida que se envejece, el vínculo entre la mala calidad del aire y el deterioro mental se hace más fuerte.
El estudio también ha alertado de que los hombres y las personas con un nivel de educación bajo se encuentran en un riesgo mayor, aunque se desconoce la razón.