Por: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ / columnista
En el mes de octubre de este año empezará oficialmente el proceso electoral de 2018, pero ya desde hace tiempo las podridas piezas del ajedrez político están inquietas, pues muchas de ellas no se pudieron acomodar en el 2016 ni en 2017, por lo que están muy desesperadas.
Ahora viene un gran número de plazas electorales, donde un sinfín de aspirantes se vienen desplazando para que les apliquen las autoridades un examen de evaluación, como se viene haciendo en el Magisterio, donde seguro los que tendrán mayor oportunidad serán los que hayan acumulado mayor número de fraudes económicos y electorales; obras “fantasma”; haber dado agua destilada a los enfermos de cáncer; haber aumentado sus cuentas bancarias; haber realizado tráfico de influencias; haber acomodado al mayor número de familiares en puestos oficiales, donde han venido cobrando sin trabajar, etc.
Esas piezas mal olientes y perversas son las que tendrán mayor oportunidad de ganar, de acuerdo como se han venido desarrollando y estilando las selecciones para los distintos puestos de elección popular en todo el tiempo, al grado que todo el pueblo se ha dado cuenta que a eso se debe el estancamiento en que está el País, los Estados, los Distritos Electorales Federales y Estatales, los municipios, porque sencillamente la población está abandonada a su suerte y que cada quien se rasque como pueda.
Son muy apetitosas las plazas electorales que estarán a disposición de la clase política para 2018, como son: Diputaciones locales y federales, las Senadurías, las Gubernaturas y la Presidencia de la República, razón por lo que se han empezado a mover las personas que se interesen por esas vacantes, pero deben recordar que deben pasar el examen de evaluación con las características antes anotadas, agregando el que haya comprado más ranchos, ganado, si han ganado como tal algún premio internacional por poseer el mejor ganado, aunque ya hayan cerrado el local de la Liga de Comunidades Agrarias, CNC y que haya prometido levantar el campo veracruzano, promesa que jamás cumplió.
Es decir, los que tengan las mayores riquezas materiales y que las adquirieron con los raquíticos sueldos de los puestos de elección popular, puestos oficiales, todos esos personajes son los más viables a ganarse alguna vacante de las que se ofrecerán el año entrante, pues su honradez será meritoria para ganárselas.
Los que en las pasadas elecciones donde se eligieron presidentes municipales y que no les haya tocado, pero que hicieron una excelente propaganda donde expresaron: “¡Ya estamos hartos de la corrupción y la impunidad! Veracruz tiene que curarse de políticos “rateros”, y de gobernantes que roban en abundancia… La cura de esos males está en tu voto, deja huella y construye un mejor futuro para Veracruz, haz que nuestro Estado quede Libre de Ratas…¡La educación es la base para erradicar la corrupción!… Defender la educación pública… La educación es la base para erradicar la corrupción…
Pero sucede que el personaje que hizo esa propaganda, ya ha sido dos veces Presidente municipal, dos veces Diputado local, por consiguiente fue uno de los que aprobaron todas las iniciativas que envió el exgobernador que está preso en Guatemala, es decir, formó parte del gran equipo político que arruinaron al Estado de Veracruz; fue el que en parte también arruinó al municipio de Cosamaloapan.
¿Usted cree que ese personaje pase el examen de evaluación para que ocupe algún puesto de elección popular en 2018? Se ha hecho una breve encuesta y algunos opinaron que sí es posible que pase el examen de evaluación, pues es uno de los mejores y aventajados por haber acumulado un buen currículum-vítae.
Pero ahora sólo son especulaciones, pues apenas estamos en el mes de julio de 2017, faltando todavía meses para que se definan los candidatos, que seguramente van a ser los mejores, pues recordemos que ya no hay partidos políticos, hay conveniencias personales, de grupo, se acabaron los ideales.