in

LA CLASE DE HOY

Superiberia

La educación es la base fundamental para el desarrollo de cualquier pueblo. En el siglo XIX, durante el mandato de Benito Juárez se creó la Escuela Nacional Preparatoria, que sería el cimiento para erigir los primeros colegios preparatorios. En la etapa post-revolucionaria, se creó la Educación Secundaria y nuestro país, tuvo un gran despunte en materia educativa. Esos logros se debieron en mayor parte, al ahínco de hombres como José Vasconcelos entre muchos otros.

 

En la teoría, todos los ciudadanos tienen el derecho de acceder a la educación, sin embargo, en la práctica, no es así. En nuestro país poco más del 4% de la población total, es analfabeta. A través del devenir de los años, algunos factores han minado gradualmente el sistema educativo nacional, por ejemplo: los malos gobiernos y el sindicalismo.

 

Desde hace más de 2 años, la disidencia magisterial del estado de Oaxaca, ha colmado los noticieros de televisión. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es una organización integrada por maestros disidentes del SNTE, que aseveran luchar por la democratización del sindicato, que desde 1989 ha sido prácticamente una dictadura.   

 

En el momento más álgido de la muy cacareada Reforma Educativa (que no es, ni será la panacea para los problemas de la educación en nuestro país), el SNTE a través de sus ya memorizados discursos demagógicos, trató de apaciguar a sus agremiados, cosa que no le resultó, porque al final muchos maestros terminaron en las filas de la Coordinadora. Incluso, durante ese periodo, la página de internet del SNTE de Veracruz (Sección 56) que dirige Manuel Arellano Méndez, permaneció durante varios meses “En reparación”. También fue durante ese lapso de exaltación magisterial (que marcó un precedente infrecuente) cuando Arellano Méndez se encargó de proteger a toda costa, a sus respectivos líderes delegacionales, muchos de los cuales, ahora se niega a sustituir, aplazando las convocatorias, infringiendo a todas luces los estatutos de dicha organización sindical.

 

En el ámbito estatal, hace unas semanas la Auditoria Superior de la Federación (ASF) presentó varias denuncias ante la PGR en contra del gobierno de Veracruz, por simular devolver recursos federales que habían sido asignados para distintos rubros, entre ellos el educativo. Lo más grave del asunto, es que el gobierno de Javier Duarte no pudo comprobar en que se invirtieron esos muchos millones de pesos.

 

La reciente desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), por parte del gobierno estatal y federal, fue solo una estrategia para arrebatarle el control a la Sección 22 de la CNTE y lo más importante, dejarlos sin recursos.  

 

Claudio X. González, presidente de Mexicanos Primero, ha parloteado que la CNTE está conformada por un montón de maestros corruptos y holgazanes, que a través del tiempo, solo se han encargado de acomodar a sus amigos en los puestos importantes. A su vez, el flamante secretario de gobierno Miguel Ángel Osorio Chong, afirma que la Coordinadora lleva muchos años, violando la ley. Pero entonces: ¿Por qué reaccionar hasta ahora? ¿Acaso por eso están mandando miles de efectivos, entre soldados y policías federales al estado de Oaxaca? ¿Acaso el gobierno, si cumple la ley?

 

Hay otra educación, que no se enseña desde las aulas, y en donde no aplicará ninguna reforma, como el triunfo de algunos hampones como el Chapo, sobre las instituciones de gobierno.

 

A Oaxaca le esperan tiempos difíciles; lo único que se espera, es que no exista una brutal represión por parte del gobierno federal y estatal, tan común en los gobiernos priístas.

 

La educación de un país le compete a los tres niveles de gobierno, aunque los más conchudos son siempre los municipios, porque generalmente delegan la mayor carga, a las otras dos instancias.

 

¿Qué tienen en común Benito Juárez, Porfirio Díaz y el primer Secretario de Educación Pública: José Vasconcelos? todos ellos fueron oaxaqueños.

 

Por último y después de todos estos desmoralizantes párrafos, habría que preguntarse: ¿vale la pena estudiar? A pesar de saber que entre mayor sea el grado de preparación de un individuo (licenciatura o maestría) menor será la probabilidad de encontrar un empleo, situación que se acentúa en el sureste del país. La respuesta es definitivamente: sí. Sólo con educación, se puede transformar la realidad actual de nuestro país.

 

Bueno mis amigos, por hoy, ha sido todo. Esta fue la clase de hoy (el maestro observa su reloj y toma su manzana) mientras tanto, disfruten su recreo.

CANAL OFICIAL

Destaca cultivo de café

Más recursos para Córdoba