AGENCIA
Culiacán.- La mañana del 3 de octubre de 2024, Culiacán, Sinaloa, amaneció con un mensaje perturbador. Narcomantas firmadas por “La Chapiza”, una facción del Cártel de Sinaloa, aparecieron en puntos estratégicos de la ciudad, como la Avenida Álvaro Obregón y el Puente Negro. Los mensajes, dirigidos a la presidenta Claudia Sheinbaum, acusaban a los hermanos José Luis y Alejandro Cabrera Sarabia, alias “Los Mayitos”, de generar violencia en Durango y Zacatecas.
En el contexto de una guerra interna que enfrenta a las facciones lideradas por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y de Ismael “El Mayo” Zambada, los Cabrera Sarabia han sido señalados como protagonistas de la disputa por el control territorial. Estos enfrentamientos, que se han intensificado desde septiembre, han dejado una estela de más de 130 homicidios en el último mes, según cifras oficiales.
“La Chapiza” no solo responsabiliza a “Los Mayitos” de la violencia, sino también de controlar el cobro de piso en zonas clave como Culiacán y Mazatlán, aumentando el temor entre la población. Mientras tanto, la estrategia de seguridad del gobierno federal y de la presidenta Sheinbaum ha sido objeto de críticas. Las narcomantas parecen buscar presionar al gobierno, reflejando el alcance e influencia de estos grupos en la región.
El impacto de esta lucha es devastador para los habitantes de Sinaloa, quienes viven en constante incertidumbre y miedo. La violencia persistente y las amenazas explícitas de los cárteles muestran un panorama sombrío, mientras las autoridades enfrentan el reto de restaurar la paz en un territorio marcado por la disputa criminal.
El mensaje de “La Chapiza” no solo evidencia la fractura interna del Cártel de Sinaloa, sino también el desafío que representa para el gobierno federal. Ante esta escalada de violencia, expertos insisten en la necesidad de una intervención más efectiva para desmantelar las facciones criminales y proteger a la población. Sin embargo, el futuro de la región sigue siendo incierto, con los ciudadanos como las principales víctimas de esta guerra.
