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‘La Carnicera’ descuartizaba personas en Córdoba y fue liberada dos veces

Superiberia

AGENCIA

Veracruz.- En un video difundido en redes sociales, una mujer de complexión robusta refleja su escasa experiencia para sostener un hacha, pero la frialdad suficiente para descuartizar a un hombre, presuntamente en la parte trasera del panteón de Tezonapa, Veracruz.

La mujer porta una camiseta de futbol y un pantalón de mezclilla ajustado. Alrededor de ella hay árboles de follaje verde y tierra recién removida. En el suelo yace un torso sin cabeza, ni piernas; solo con un brazo derecho a punto de ser desprendido.

De acuerdo con información de las autoridades estatales, la victimaria tiene 22 años. Su nombre es Guadalupe Monserrat, conocida en el mundo delincuencial como “La Carnicera”. A esa edad, la joven ya era encargada de la venta y distribución de estupefacientes en el municipio de Córdoba y en la región denominada Las Altas Montañas.

Guadalupe presuntamente aspiraba a un cargo de mayor jerarquía en las filas del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y por ello se ofrecía a realizar tareas de desmembramiento para acabar con supuestos rivales de su organización: “Los Zetas”, al mando de José M. “El Chichis”, actualmente preso en el penal de La Toma, en Amatlán de los Reyes.

La escena que protagoniza “La Carnicera” no es la primera ni la más fría que ha circulado en Veracruz, pero visualiza cómo en la actualidad, víctimas y verdugos de la delincuencia organizada, son cada vez más jóvenes.

En Veracruz, Guadalupe Monserrat descuartizaba “rivales” para congraciarse con sus superiores; en la Ciudad de México dos adolescentes, de 12 y 14 años, fueron asesinados, y sus restos fueron encontrados dentro de cajas de plástico cuando un hombre los transportaba en un “diablito”, a cambio de drogas como paga, la madrugada del 1 de noviembre pasado.

Guadalupe Monserrat, “La Carnicera”, fue detenida el 8 de octubre de 2020, cuando presuntamente participaba en una privación de la libertad de dos personas en la colonia México, en Córdoba. Pero su captura no fue lo más complicado para las autoridades, sino la imputación de sus cargos y convencer a los jueces de mantenerla presa en el penal de La Toma. Un Juez liberó dos veces a “La Carnicera”, pero la tercera fue la vencida.

Fue el 8 de octubre, alrededor de las 17:30 horas, cuatro hombres armados fueron sorprendidos por policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) cuando presuntamente privaban de la libertad a un hombre.

La víctima no portaba camisa, escurría sangre de la cabeza, y estaba a punto de ser ingresado a una camioneta azul, modelo KIA, estacionada en la colonia México.

Los hombres armados, tras ser vistos, soltaron a su víctima y corrieron rumbo a la avenida 14. En esas inmediaciones, Guadalupe “N” y un acompañante identificado como Octaviano “N”, salieron de una vivienda con portón gris y abrieron fuego contra los uniformados; ello habría permitido que sus cómplices, los cuatro plagiarios, escaparan.

Guadalupe “N” y Octaviano “N” corrieron hacia una cuartería, marcada con el número 417, donde finalmente, cercados por los oficiales, bajaron sus armas y se rindieron. En ese predio había una persona quien manifestó que también estaba privado de su libertad.

A Guadalupe “N” y su acompañante les fueron asegurados dos armas de fuego, una color plata marca Colt automática, calibre 45, abastecida con 6 cartuchos y otra color plata, marca Smith y Wesson.

Ambos fueron presentados ante la juez Liliana Hernández García, por los delitos de privación de la libertad y ultrajes a la autoridad. Sin embargo, la autoridad judicial decidió no legalizar las detenciones.

La Juez argumentó su decisión, al referir que la policía no aseguró el lugar ni solicitó autorización, a través de una orden de cateo, para ingresar a la cuartería a realizar las detenciones de “La Carnicera” y Octaviano “N”. El argumento fue reprobado al asegurar que todo fue producto de una comisión de los delitos en flagrancia.

Guadalupe “N” y Octaviano “N” fueron puestos en libertad y, al salir del penal, reaprehendidos; esta vez por ultrajes a la autoridad y narcomenudeo. Ambos fueron presentados ante la misma juez, Liliana Hernández, quien volvió a ordenar su libertad al considerar que no hubo flagrancia a la hora de la detención, además de que la versión de la corporación aprehensora, la policía, no era creíble.

Elementos de la FGE, esperaron por segunda ocasión a que “La Carnicera” y su cómplice salieran del penal de La Toma, para reaprehenderlos por ultrajes y privación de la libertad, aunque esta ocasión mediante una orden de aprehensión

Fue hasta el 23 de octubre cuando Guadalupe “N” y Octaviano “N” fueron vinculados a proceso por los dos delitos del fuero común. La juez Liliana Hernández les fijó a ambos la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa y permanecerán en La Toma hasta que su juicio concluya.

Con información de e-consulta

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