México, D.F.- La delincuencia organizada en México es una maquinaria tan desarrollada que la caída de un jefe como Joaquín “El Chapo” Guzmán sólo tiene un impacto modesto en su operación. Aun cuando la captura del líder más mediático del Cártel de Sinaloa puede traer episodios de violencia, lo que se espera son nuevas alianzas -empezando por las políticas- para garantizar el funcionamiento de sus lucrativos mercados ilegales.
La organización delictiva en activo más antigua de México, el Cártel de Sinaloa, logró descentralizar su operación, incrementar sus redes de resguardo gubernamental y extender su influencia a actores económicos e internacionales para crear una de las mafias más poderosas del mundo.
Después de tres décadas de existencia tiene una estructura horizontal que le otorga niveles de resistencia altísimos, aseguran los investigadores colombianos Luis Jorge Garay Salamanca y Eduardo Salcedo-Albarrán, quienes acaban de publicar el libro Narcotráfico, corrupción y Estados. Cómo las redes ilícitas han reconfigurado las instituciones en Colombia, Guatemala y México.
AGENCIA