Atoyac.- “El temor como todo campesino, pues es que bajó el precio, pero eso fue a nivel general, si cierra la alcoholera, nos va a perjudicar ya que los ingenios pagan muy poco por la caña cortada y procesada”, así lo indicó José Joel Rivera García, productor de caña del ejido Marquéz Galindo, del municipio de Tierra Blanca.
“Sería una situación económica muy mala, ya que con el cierre de la fábrica, tendrían que buscar la opción de irse a los ingenios, los cuales despilfarran el dinero y pagan muy poco, por caña cortada”, manifestó el entrevistado.
Rivera García indicó que se han cortado para la alcoholera un promedio de 125 toneladas por hectárea, “es lo que cortamos, tenemos 4 empleados por hectárea, tenemos dinero para pagarles, pero si cierra la alcoholera, se verán afectados los empleados, ya que su economía se vería en riesgo”, dijo muy preocupado el productor.
Gregorio Tejeda Sánchez es otro de los afectados ante el cierre de la central energética, quien indicó que para los productores de la zona cañera de Otapa, Joachín y Tierra Blanca, ha sido como una “tabla de salvación”, ya que los ingenios los han tratado mal al cobrarle intereses excesivos por su materia prima.
Raúl Rodríguez
El Buen Tono