El mundo del espectáculo y los deportes se unen de manera inesperada con el debut de Keanu Reeves como piloto de carreras. El aclamado actor de 60 años, conocido por protagonizar éxitos cinematográficos como Matrix, John Wick y Máxima Velocidad, participó en las Ocho Horas de Indianápolis GT el pasado 5 de octubre. Su entrada a este nuevo reto, a bordo de un Toyota GR86 #92 de Eagles Canyon Racing by Fast Track, no pasó desapercibida, ya que protagonizó un incidente que afortunadamente no tuvo consecuencias graves.
Un Inicio Accidentado
Durante la carrera, Reeves perdió el control de su coche en la curva nueve del circuito, lo que lo llevó a salirse de la pista y deslizarse por las áreas verdes. Sin embargo, como en sus famosas películas de acción, el actor canadiense salió ileso de la situación. El coche tampoco sufrió daños mecánicos significativos, permitiendo a Reeves reincorporarse a la competencia justo a la mitad del evento.
El accidente ocurrió tras un ligero contacto con otro vehículo, pero la pericia de Keanu le permitió no solo continuar la carrera, sino también terminar en la posición 25, superando las expectativas y avanzando al puesto 21 en la clasificación general, tras haber comenzado en el lugar 31 de 35.
Un Amante de la Velocidad
Aunque para muchos puede sorprender ver a una estrella de Hollywood en el mundo del automovilismo, Keanu Reeves ha sido un apasionado de los motores durante años. Es el orgulloso fundador de ARCH Motorcycle, una marca de motocicletas que creó junto al diseñador Gard Hollinger. Reeves ya había competido en carreras de celebridades, como la Toyota Pro en Long Beach, donde en 2009 se llevó la victoria.
Con este debut, Keanu demuestra que no hay edad para asumir nuevos desafíos, manteniendo su espíritu aventurero tanto dentro como fuera de la pantalla. ¿Será este el inicio de una nueva faceta para el actor? Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que, como en sus películas, Reeves sigue sorprendiendo al público con cada nueva hazaña.
