Alejandro Solís
Columnista
Mientras más te duelan, es señal de que no eres oligarca financiero, ni pobre explotado. Seguramente formas parte del montón de empresarios y políticos resentidos por los coletazos de su programa de renovación del control de masas.
Análisis superficiales, espontáneos y torcidos imputan a la personalidad de López Obrador la tranquilidad, o, violencia en México, ocultando que sólo es un instrumento táctico de la nueva política imperial diseñada para sacarle la vuelta a la crisis general del capital, con el protectorado de zonas económicas continentales.
Morena es una organización partidaria creada por el Estado para canalizar sectores hastiados del abuso gubernamental, que se habían saltado las trancas del control establecido por partidos y organizaciones oficiales limitad@s a la lucha electoral democrática reformista excluyente de justicia y libertad para los trabajadores.
En medio siglo (1968-2018) pasamos de una deuda pública cifrada en 4 millones de dólares, a 11 billones de pesos. Con un Producto Interno Bruto (PIB) del 0.0%, la deuda ata y desbarata cualquier supuesto de País libre, justo y democrático.
La dependencia socio-económica y cultural es absoluta, reflejándose en condiciones de vida anormales, como son un país de iletrados, incapaces de comprender textos, anémicos, enajenados con basura cultural mercantilizada, con los sueldos de miseria percibidos en el mercado libre (sic) atado desde siempre a un salario mínimo y mínimo profesional doce veces menor que al de Estados Unidos y Canadá.
Durante todos estos años, y, aún, desde antes, las condiciones precarias de vida y trabajo de la fuerza laboral mexicana no cambiaron más que en las letras grandotas Constitucionales, en las chiquitas de las leyes secundarias y reglamentarias laborales y en las chiquititas del T-MEC, hacen del traspatio gringo, una baratita cantera de materias primas y taller de maquilas operados con empleados y trabajadores acostumbrados a comer poco y comida chatarra cara, durante la jornada laboral.
Resultado de las férreas medidas coercitivas, acompaña a la precariedad material la domesticación ideológica que nos ha creado la fama de pueblo sumiso; omitiendo el sometimiento violento, enfilado principalmente a descabezar vanguardias autónomas independientes.
#ParadojasDelSubdearrollo. El registro histórico de 1910-2018 cifra miles de muertos, desaparecidos e intimidados a nombre del supuesto soberano patrio y la pálida democracia; que, hoy, reclaman insultados políticos, corifeos y propagandistas desplazados de los corredores del poder por la personalidad, gimen, agresiva de un arrebatado Peje Presidente, acusándolo de intolerante, mentiroso y soberbio.
Extraños resultan tiburones mercenarios enojados con López Obrador, cuando lo único que ha hecho en este avatar es poner la carita y firmas protocolares en decretos y acciones públicas, que registran a su nombre la continuidad de lo mismo.
Y, peor, pues, si bien signa la persistencia del programa de desarrollo capitalista, lo cierto es que su nombramiento presidencial ha sido por la principal finalidad de encabezar a las masas con una elección legitimada para superar el trauma neoliberal de no haberlo logrado durante ocho sexenios, tan legalizados a fuerzas de mentiras, como rechazados socialmente.
El bienestar popular reclamado en campaña por Morena, un movimiento partido de nacimiento, conjuntado al vapor con electores convencidos, resentidos, encomendados e infiltrados de Estado caracteriza erróneamente, lo que para otros es certeza: sin revolución del sistema social basado en la propiedad privada, no hay cambio, regeneración, ni transformación de las condiciones de vida y trabajo de los pobres, por lo que su bandera sólo es retórica ideológica.
Si en la dimensión mágica infantil es posible -y deseable- que nociones espiritualistas gobiernen mentes y corazones bienhechores, en política económica no cuentan, ni siquiera en el marco del extraordinario desarrollo de las fuerzas productivas impulsado por la incorporación de las TIC’S en labores extractivas, manufactureras, de transporte y servicios, que han cimentado en todo el mundo procesos de trabajo integrados favorecedores de la economía de recursos, el mejor uso de materias primas, mejorando resultados, aumentando la producción y potenciando la creatividad de nuevos productos con la intervención entrelazada de miles de trabajadores de países diferentes.
Los sistemas micro y macro interconectados en tiempo real, son una ventaja de nuestra generación sobre las anteriores. Maravillas de la tecnología digital.
Pero, la explotación del trabajador no cede. Se especializa y aumenta proletarizando hasta sectores de la burguesía reacios a aceptar su pérdida patrimonial, por y a favor de la concentración y centralización del capital.
Esta ley del desarrollo, como loca aspiradora, no evita ni quiere cambiar su premisa y cadalso: el dinero capital es como una nata concentrada resultado de los esfuerzos directamente mancomunados, o, no, de todo el trabajo humano, aun el heredado.
Sin importar buenos deseos, quien tiene más quiere tener sin poderlo evitar, pues, de hacerlo, al instante sus competidores se lo tragan, sin importar lazos familiares o
empresariales.
La pelea por el mercado, que no es libre en la época de los monopolios, excluye de la riqueza a grupos y clases sociales destinándolos a la pobreza, pero no los extermina, ni en las condiciones de robotización de servicios, manufacturas e industrias extractivas, porque siempre hará falta la participación activa del ser humano en la producción de nuevo valor.
En conclusión: la bandera ideológica del modelo de bienestar a favor primero de los pobres, es un pase mágico, que oculta, fortalece y garantiza la clave de la acumulación de capital: la explotación de la fuerza de trabajo. A la que ni por error, ni en lo que se cansa un ganso, alude en discurso de AMLO.
Sobre ello, la importancia estratégica de AMLO para el sistema hegemónico, es que siempre deshace la pírrica organización que hace.
Ahora, que participa de la mano con Alfonso Romo en las salas del verdadero poder de Estado, con mucha más razón intencionada segará a morena.
#TodoAfavorDelCapital. “Primero muerto, que traicionar al pueblo”, sigue prometiendo sin importarle contradecir los beneficios de la elite financiera reflejada en macro cuentas alegres y pago puntual de intereses de la deuda, en tanto el pueblo se bate en micro cuentas infladas, encarecimiento, violencia y mentiras oficiales.
#LiquidadosPorInútiles. Bien haría en entender la casta desclasada y desplazada por el régimen moreno, que el régimen de bienestar llegó para quedarse los próximos 50 años.
Ligados, o, no, a las mafias operativas del poder, la corrupción, los puestos públicos, el manoseo de presupuestos públicos, prebendas, contratas, cabildeos neoliberales que ronronean, gruñen, cuchichean, hacen grilla, pagan y difunden chistes de mal gusto, inconformándose con Obrador cuando escupe -no bajándolo de aguado-, y, cuando no escupe, lo acusan de reseco, ateridos entre contradicciones de la elite y la masa.
Si se afanan y apuran, tal vez tengan chance de subirse al último vagón del Tren Malla.