Alejandro Solís
Columnista
El primer grito
De AMLO del 15 de septiembre, tiene por lo menos dos interpretaciones: la de los adhesivos a su Cuarta Transformación y la de quienes persisten en criticar lo que huela a peje.
Los morenos enervan por sus 20 vivas eclécticas lanzadas para pescar incautos, emboscados, arrepentidos y oportunistas en medio de una ceremonia austera, decorada con la Plaza Mayor hasta el queque.
Sus críticos no perdonan cientos de autobuses aparcados en el área y miles de viandas repartidas entre acarreados al estilo priista.
#PartidoNacidoPartido López Obrador es demasiada pieza para chairos, fifís e ideólogos neoliberales arrastrados por la vorágine de masas adocenadas por un Estado experto manipulador, de las redes sociales y las esperanzas propias de quienes ruegan por milagros egocéntricos, incapaces de chisparse del enervante encanto de “quienes se sientan en la silla presidencial embrujada, olvidando a los que allí lo pusieron” (Emiliano Zapata, según su nieto, en palabras dichas al oído de Pancho Villa; y, de frente a López Obrador).
Cien años después, brujerías propias del subdesarrollo subsisten como principios imperiales de des-organización de clase, sintetizadas en arengas populares.
Fuera del conciliador discurso con la inteligencia que ha de rodear los próximos veinticinco años de política del bienestar para los pobres cruzada con súper concentración de la riqueza en los ricos, nada nuevo dijo quién se mostró inexpresivo, adusto, según El Financiero, en una plaza llena de 80 mil chairos. Chakira y McCarthy la rellenaron con 200 mil fans, cada uno.
#SinOrganizaciónDeClaseTodoSeTolera Con un esfuerzo de simplificación interpretativa, las festinadas 20 arengas presidenciales se reducen a diez: como diría López: “-o, más, o, menos, pero diez nos parecen muy bien”.
Analicémoslas para comprender el pequeño calibre de las pinzas de papel que adhieren la forzada y hueca unidad a toda costa de la autodenominada Cuarta Transformación de la Vida Pública de México (4ªTVpm).
#¡VivaLaIndependencia! Sin poderse precisar a cuál versión de independencia se refiere el contenido del exhorto, su continente podría ser la liberación del yugo colonial español, a la independencia política que desde entonces se presume; o, como enfatiza una de las posteriores arengas, a la riqueza cultural de pueblos mesoamericanos originarios, a su mezcolanza prehispánica, a su híbrido colonial, o, al moderno y contemporáneo. No se sabe.
Pero no se refiere a la independencia estructural y económica, que, desde entonces, nos encadena al destino manifiesto de la propiedad privada, que hace posible la existencia del 1% medrando del trabajo, la vida y muerte del 99% de los habitantes del planeta.
Esa que es capaz de des-organizarlo todo para hacer posible que ahora y en todo momento se laven 15 billones de dólares simulando inversiones (IED), mientras otros 25 billones nos obligan a ceder sangre, sudor y lágrimas en forma de obligaciones de pagos de la deuda, sus intereses, y, salarios de miseria.
Estas imposiciones irrechazables, aceptadas plenamente por la autoridad federal, dan razón a la obligación presupuestaria para el próximo año de destinarle 82 centavos de cada peso, mientras para el gasto social dejan simbólicos 18 centavos.
#¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla! ¡Viva José María Morelos y Pavón! ¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva Leona Vicario! Es de extrañarse la falta de mención a Aldama, Matamoros, y, en especial, del irredento Vicente Guerrero.
Sin embargo, loor a todos los presentes, dignos huéspedes de la Rotonda de las Mujeres y los Hombres Ilustres. Los ausentes caben en las tres proclamas siguientes.
#¡Vivan las madres y los padres de nuestra patria! ¡Vivan los héroes anónimos! ¡Viva el heroico pueblo de México! Esta redundancia resulta una pieza del discurso auto-consolador, pues bien caben en el anónimo desde la madrecita de los malosos hasta la de los virtuosos, pasando por las de políticos deshonestos expiados de asumirse como chivas expiatorias recluidas no tanto para pagar sus culpas, sino para guardar secretos con las faldas bien engrilladas.
#¡Vivan las comunidades indígenas! Bien por la mención conciliatoria de los pueblos originarios, mientras en su cruda realidad concreta se les despoja de aguas, tierras y futuros.
Tache al consuelo de vivales, mientras continúan los planes de infección y despojo en Morelos, Yucatán, en la sierra tarahumara, así como en todo aquel lugar de la patria donde se aposentan los pueblos mencionados. El Congreso Nacional Indígena, rechazó sumarse a la 4ªTVpm, por injusta.
#¡Viva la libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la democracia! Propias del discurso democrático burgués de más refinada tradición occidental, no podría faltar la mención tolerada a tres conceptos operativos de la soberanía del capital financiero, que desea y necesita en cada rincón productivo del planeta una cohorte facilitadora de la santa paz de su reproducción en medio de las injusticias, el encierro laboral y social de quienes sobreviven económicamente del mínimo salario, mientras se consuelan políticamente con el juego democrático permitido por el tribunal inquisidor del INE.
#¡Viva nuestra soberanía! ¿Cómo presumir de un dominio lastrado por doce billones de deuda nacional heredadas por el nuevo régimen, aumentando más de mil millones de pesos diarios, y, que llegará a 17 billones en 2024?
¿Cómo podría ser soberana una población de cien millones de mexicanos acasillados, cuyos descendientes nacen con una deuda de 90 mil pesos y creciendo?
#¡Viva la fraternidad universal! Dejando en el olvido arengas más definitorias de clase social, como “proletariado internacional”, la típica “solidaridad” neoliberal del discurso democrático burgués, se ha trastocado en la mística y huera fraternidad.
#¡Viva la paz! 96 asesinados diariamente en México en lo que va del sexenio López Obrador, resultan una patada por el trasero para quien se reivindica fraterno, democrático, tolerante, a pesar de haber oficializado la presencia en calles del Ejército en calidad de guardia nacional.
¿Cómo vivificar la paz, cuando las penurias económicas se expresan en calles y carreteras inseguras, así como combates contra la Guardia Nacional?
#¡Viva la grandeza cultural de México! Perdido en definiciones desclasadas, el verbo de la Cuarta T se reduce a digestos promulgados sin más orden que vanagloriar el anonimato populista para ocultar la promoción de la cultura capitalista.
Total. Igual es conocimiento la animosidad oportunista de quienes dicen conciliar lo imposible, aunque no sabiduría donde quepan todas las culturas.
#¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México! En el paroxismo de creérselas que todo puede cambiar gracias a discursos conciliatorios, bienvenida la hegemonizada prédica que reivindica lo extinto, medrando en su memoria.
A menos que, en el fondo, se pida por la vida del México cautivo, engarzando contribuyentes al pago eterno de la impagable deuda.