Alejandro Solís
Columnista
El análisis realizado de la política de Estado autodenominada CUARTA TRANSFORMACIÓN DE LA VIDA PÚBLICA (4ªTVpm) ha ido desmontando afirmaciones incongruentes sobre los ofrecimientos de campaña de López Obrador (no mentir, no robar, no traicionar), durante su primer año de gobierno y las acciones administrativas realizadas en el gasto corriente, la inversión pública, las obligaciones financieras, la seguridad nacional y el desarrollo de la democracia.
#ConclusiónDrástica. Demasiadas mentiras arropan al régimen, los robos han seguido. Las traiciones han sido re-cantadas, avecinándose una avalancha difícil de contener por quien, abanderándose en la austeridad republicana, ha abatido la corrupción recuperando de momento algunos recursos, destinándolos a gastos populistas como los programas de apoyo directo al campo y a los ancianos, limitando y dirigiendo los gastos de gobierno a costas de pagar religiosa y mensualmente los dividendos, los deberes y comisiones derivadas de la deuda pública aproximada de once billones de pesos heredada por el régimen moreno, en aumento diario de más de mil doscientos millones de pesos.
Los afectados por el adelgazamiento del estado, son los pobres, mientras la beneficiada por el pago hacendario puntual es la oligarquía en consonancia con sus ganancias internacionales, obviándose un maridaje más allá de las nacionalidades.
#SistemaInternacionalCapitalista(CIS). El CIS no se muestra directamente pues es una especie de “sociedad anónima” con todos los hilos del poder político/económico, policiaco/militar, ideológico y cultural –educativo, recreativo, ornamental, espiritual- mundial.
Su fuerza absorbente se concreta en una organización internacional informal: el Estado Global. Organizado en su conjunto, en cada parte cuaja según convenga a sus intereses y anclajes: países, continentes, comunidades, organizaciones, individuos se orientan, actúan y desarrollan por sus principios inalterables: todo a favor del capital y de la sociedad del mercado, lo menos para los trabajadores. Los parias sobran.
Para el uno por ciento (1%) de la población mundial, su Estado Global es de una especie de armadura medioeval formada por la OTAN, la OMS, la UNESCO, el CAME, la Alianza para el Progreso, los Tratados de “Libre” Comercio, la CIA, los Cuerpo de Paz, Iglesias, Escuelas, más cuanto instrumento necesite para asegurar y fortalecer su poderío basado en el capital financiero orquestado por poderosos fondos de inversión, como Blackrock, y Wall Street, detrás de quienes están los Rostchild, Rockefeller, Soros. Una veintena de súper millonarios, han organizado al mundo para su peculio.
#HegemoníaDeLaSubordinación. La génesis del poderoso capital financiero se registra en 1900, pináculo del capitalismo de libre concurrencia, por lo que su consolidación implica no solo la maduración material de todo imperio, inclusive declinante: en medio de reclamos, exigencias y oposiciones de millones de humanos ha sido capaz de inducir la tendencia y costumbre egocéntrica de suponer que, la historia, se debe a capacidades y valores individuales sobre la colectividad. Censurando lo obvio: no hay comunidades, sin individuos en plenitud de facultades físicas, anímicas, éticas, intelectuales.
El “yo/centrista” es promocionado al través de los contenidos de los medios de comunicación de masas e individuales, de las costumbres, la escuela, las diversiones y hasta de las aspiraciones personales. La idiosincrasia característica ha sido sembrada, cultivada y cosechada en torno de la avaricia.
#NaturaContraNatura. Las ciencias no exentan de incurrir en la reproducción el patrón impuesto. Sobre los supuestos de rigurosa racionalidad y creatividad de la ciencia dominante efusiva de la neutralidad como criterio de verdad, la historia de la humanidad destaca expresiones contrarias gestando la ciencia ética, por crítica. En todas las esferas del saber y la acción humana, hacen chiras pseudociencia y criticidad: la sociopolítica no queda al margen.
El tema viene a colación porque siendo verdad que las tramas ideológicas arrastran masas subiéndolas y bajándolas como barquitos en altamar, más temprano que tarde los verbos del bardo chocan con la realidad objetiva. Como sucede desde en campaña en el caso de morena: el excelso partido de Estado ideado para retardarle al pueblo mexicano irredento su derecho a la revolución científica.
Con términos y formulismos populistas la conformación del ahora partido gobernante huele a chivo mercantilizado el apóstol del cristianismo, por ser sinónimo de humanismo; según él. ¡Si ni tendencias económicas o culturales son de valor universal en condiciones de opresión de clase!, ¿qué pensar de quién se cree ave del paraíso de canto mañanero, incuestionable?
Ante la aceptación pública de dirigir su política por los pasos de Jesús en protesta pacifista por la reivindicación de los pobres, tenemos tres opciones. a) Creerle, b) No creerle, o, como dicen los oportunistas: c) abstenernos de creerle, y/o, no creerle; acomodándonos a las circunstancias, según el oleaje.
#BonapartismoMorena Descartado el tercer enunciado por galimatías: si le creemos pecamos de ingenuos, tanto o más que el susodicho, pues ¿dónde y cuándo se ha visto que la oligarquía pierda el poder político/económico simplemente “porque las masas hastiadas de la opresión, votan en su contra”.
¡El enojo es cualidad del todo ser vivo y más del humano! Y mal haría el enemigo de clase que no partiera de ese principio para sofocar preventivamente la rebelión que anida en cada subordinado, ofendido, explotado, y/o sometido. Así sea socio táctico.
#TroyanosNow. Cuando decidimos no creerle ni en campaña sus ofertas bienhechoras a favor de los pobres, partimos de un principio histórico teorizado y sobradamente verificado: siendo cierto que el poder de la oligarquía es absolutista, no lo es en plenitud, pues, para su destino, la fidelidad de principios y compromisos no es de sus propiedades. Sino todo lo contrario.
En toda actividad social, la pelea por el mercado deriva de su voracidad acumuladora irrefrenable. Es, que, como dice el refrán popular: camarón que se duerme se lo lleva la corriente. Quien decida ya no competir, como en las cartas, pierde su lugar en la mesa dejando de jugar.
Es el caso de los políticos de oficio. De naturaleza mercenaria, quien se distingue en pasarelas es presa de cazadores de talentos induciéndolos en la formación apropiada requerida por todo aquel que desee un puesto público; sin misericordia, jóvenes seleccionados son adoctrinados en el desprecio a sus semejantes, y, se sabe, en su proceso formativo, quien no da el ancho, sale del programa.
Y, si es así, ¿en que fallaron las huestes partidistas capacitadas por el programa reformista electoral, ejecutado entre 1968 y 2018? Por desenfrenos oligarcas en su loco desmonte de la propiedad estatal. Para adquirirlas baratas, cuando no regaladas, no les importó usar depredadores, igual, ávidos de enriquecimiento extraordinario.
De las oscuras negociaciones privatizadoras de la propiedad social mexicana, salieron más supermillonarios y nuevos supermillonarios. Se dice que 25 familias vernáculas se incorporan a la oligarquía financiera internacional.
Y hete aquí el caso de que, hoy, en todo el planeta, peleas, combates, guerras civiles e internacionales son propiciadas por los diferentes grupos de poder oligarca y burgués que desea en propiedad lo que otros tienen, de su clase, de los haber públicos. Y, sin dudas, mediante el régimen de bienestar, hasta la exigüidad van por los despojos patrimoniales de las familias, que con los neoliberales evitaron perderlo todo.
La afirmación es clara: aunque parezca lo contrario, morena solo colabora con el cambio de apelativo para el mismo niño.
