Alejandro Solís
Tomado de El Espectador
Mientras no se toque la tasa media de ganancia del capital, todo es posible en la paz, acompañada de ¡paz, paz!
#SistemaModeloRégimenSujeto Contra la falsa idea de líderes populistas excepcionales, lo cierto es lo contrario: para subsistir, el sistema dominante recrea modelos democrático-burgueses concretados en regímenes temporales; mejor encabezados por presidentes electos en urnas.
Su prolongada permanencia en el puesto implica el riesgo de virar a cacicazgo, monarquía o iglesia. Personajes simpáticos o antipáticos, pueden transformarse en perversos megalómanos, dictadorzuelos civiles y/o militares; lo cual desentona con la democracia burguesa.
Para evitarlo es clave su relevo sexenal, manteniendo la ilusión liberal sobre un futuro generoso con el próximo Mandatario. Y así hasta el hastío.
#OperaDelPoder Lo propio del Imperialismo es la desigualdad económica, política y social. Barnizado de “humanismo democrático”, progreso, reformismo, liberalismo, aparenta simpatías con quienes apoquinan para sus riquezas.
Su desgaste, el de sus modelos político-económicos, el de los regímenes que impone electoralmente, así como el de quienes encabezan sus distintas instituciones, concita el hastío de las masas.
Para confundir al respetable, se viste la mona de seda. Mientras una fuerza realmente opositora no la disipe, así se queda.
Internamente, las amenazas al sistema derivan de su inherente degradación política, corrupción, abuso de poder, pérdida de valores e ideales.
#NoEstáLoco En medio del caos, emergen sujetos extraordinarios, claves para la continuidad, acomodos y conversiones toleradas progresistas del sistema, capaces de conjuntar variantes al régimen y al modelo. Es el caso del Presidente López Obrador.
Nacido peje en pantanos de Tabasco, se hizo salmón en contra-corrientes del PRI jurásico; encabezando una generación de políticos de la degeneración contestataria de 1968 y sus represores.
Con la orientación táctica del grupo oligarca encabezado por Alfonso Romo y operadores de la talla de Manuel Bartlett, captaron la falla y remedio de la tecnocracia neoliberal: legalizaron el reformismo, pero no lo legitimaron.
Descabezaron luchas de pueblos y vanguardias; desmontaron ideales transformadores progresistas y revolucionarios. Cobijaron el juego de quebrar empresas estatales y paraestatales, para venderlas barato y recomprarlas caro.
Maquinaron fraudes maestros encabezados por chivas y chivos expiatorios, así como el huachicoleo de cuello blanco. Tanto abuso de poder, durante décadas, precipitó en un estamento social cuyos intereses trasminan al conjunto; al punto de que cualquier golpe a una de sus partes, sería fatal. Pues ¿cómo saber qué patrimonio, está libre de pecado?
#MejorBorrónYcuentaNueva Olvido y perdón, ajusta viejas reglas del imperio deseoso de administraciones regionales honestas y austeras, dirigidas sutilmente por monopolios. Más en tiempos de una formación socio-económica declinante; en crisis general por sobreproducción de todo, menos de capacidad de compra del dinero circulante.
Las macro cifras resultado de la injusta distribución de la riqueza son contundentes: el 1% de la población humana concentra la riqueza mundial producto de esfuerzos eslabonados del 99%, sin posibilidades de crecimiento autónomo, acaso cuentan sólo en calidad de invitados, sirvientes, mastines o colados.
#EstadoFallidoPaísSinLeyesJustas No hay ámbito de la sociedad, ni de los pensamientos, que escape a los designios imperantes; como es el derecho a un trabajo digno y un salario retribuyente, signado en las garantías constitucionales.
En el caso de la burocracia, la Constitución vigente indica la materia de trabajo, las condiciones de contrata y remuneraciones, y quién las determina, en los artículos 75, 94 y 127.
El Artículo 75 indica que los diputados son los responsables de precisar los emolumentos de todos, incluidos los funcionarios públicos. Ojo: allí no dice que cada canijo es libre de auto asignarse el salario; así sea Magistrado.
El Artículo 94 señala que la materia de trabajo del Poder Judicial requiere de su autonomía e independencia. Señala que tienen derecho a la estabilidad de sus ingresos durante su estadía en el cargo y a recibir un haber cuando se retiran.
Pero nada dice sobre su principal reclamo de súper-salarios, ni que de la autonomía propia de su objeto social, emane su capacidad de auto-asignárselos. Su remuneración se precisa en dónde a la letra, dice.
Artículo 127 Constitucional. Los servidores públicos de la Federación, de las entidades federativas, de los Municipio y de las demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, de sus entidades y dependencias, así como de sus administraciones paraestatales y paramunicipales, fideicomisos públicos, instituciones y organismos autónomos, y cualquier otro ente público, recibirán una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión, que deberá ser proporcional a sus responsabilidades.
En seis fracciones detalla las condiciones de este derecho. De su fracción I a la V detalla que el salario integrado, que no implica apoyos y gastos sujetos a comprobación propios de su actividad pública, sin excepción, no podrá ser mayor al del Presidente, autorizado por el Congreso de la Unión, en el presupuesto anual correspondiente. Éste, junto con las Legislaturas estatales, deben elaborar leyes secundarias y reglamentos para hacer operativo lo indicado, como publicar el tabulador salarial.
#ElusiónPorSimulación La fracción VI, del artículo citado, señala que los Congresos han de “… sancionar penal y administrativamente las conductas que impliquen el incumplimiento o la elusión por simulación de lo establecido…”.
Simulando una autonomía absoluta a la hora de presupuestar sus gastos, 448 jueces, 607 magistrados, 5 mil secretarios, mil cien actuarios, cinco mil oficiales, 3 mil funcionarios externos de PEMEX, CFE, PGR, CISEN, IPN, SAT, GOBERNACIÓN, SCT, la nómina del Banco de México: unos 18 mil miembros de la burocracia aristócrata de regímenes ilegítimos demandan amparo y piden controversias en contra del tope salarial impuesto, técnicamente, por el salario ya autorizado de López Obrador, de 154 mil pesos mensuales.
Bajo argumentos baladíes como que la pobreza es causa de la corrupción, se entiende, presidentes ilegítimos aseguraron la fidelidad de su cohorte.
#CárcelAlQueSeBrinqueElTope Pero, con el respaldo de la legitimidad alcanzada por el 60% de votantes y la mayoría de congresistas, hay materia para encausar a proceso por fraude maquinado a los miles de empleados públicos, que, hoy, no están dispuestos a ganar menos qué El Presidente.