Alejandro Solís
Columnista
El rechazo divino al deseo de los pueblos de disponer de un lenguaje en común para hacer una obra terrena que aspirase a tocar el reino de los cielos, resume el sentido político vigente del pasaje bíblico de la “Torre de Babel”. Nadie por encima de la divina Ley.
Sirva la comparación para analizar un fenómeno activado: cualquier mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador propicia que los diversos sectores de las clases sociales lo veneren o manden al carajo, en lo personal, o colegiadamente, al través de impresos y redes sociales.
#SegúnElSapoLaMentada. Hasta votantes de opereta sumados a su causa el día de elecciones, y, con él, empotrando a miles de oportunistas en puestos de gobierno, desean que se vaya pronto a su rancho, La Chingada, con tal -dicen- de corregir la plana de estropicios al desarrollo nacional propiciado en 14 meses de gobierno izquierdista erróneo.
Mientras los chairos subliman proto-santo, gimen los fifís resentidos y excluidos de la compleja telaraña tejida -durante 50 años de neoliberalismo- por la mafia tecnócrata del poder para gozar de salarios principescos, gastos ilimitados, seguros médicos de primer mundo, premios, retiros y liquidaciones generosas.
Por deslices de Rosario Robles -la chiva rayada, de cuyo domicilio en Santa Martha, ya no dudamos- sabemos que se agencian hasta de millonarios seguros al ser excluidos de cargos públicos. Estos son pecados menores comparados con los miles de negocios lícitos e ilícitos realizados por su jefe, hoy, miembro distinguido del Jet Set Internacional.
Que digan misa empresarios y burócratas desplazados, pero, Usted, estimado Juan Pueblo, trate de no dejarse engatusar con entuertos clásicos del ejercicio del poder capitalista basados en un principio: el poder verdadero no se exhibe.
#1:DineroMataCaritas. A todo aspirante, desde antes de tomar posesión del encargo, se lee la cartilla inmoral del burócrata sin-sentido: -“Yo te puse, y, me debes la factura”.
Aunque por ley de la evolución de las especies todo buen empleado de gobierno puede transitar de animal prehistórico -dinosaurio, pejelagarto, ave del paraíso- a héroe de la patria, hay un vicio de origen que complica sus transformaciones, como en el caso de la 4T: -“te cue$ta ingresar al palco de honor”.
#2:CulpableSoyYo. La mercantilización de los encargos públicos implica otro compromiso de mutualidad antidemocrática, político, pero de vena netamente económica: -“te puse para que me cubras”.
Aun en medio de sus crisis, detrás del inestable telón de Estado, hay una constante en su desarrollo apenas atisbada por los cambios periódicos del gobierno en turno: el ejecutivo no es el todo, sólo es una de sus partes.
Así, en puestos y entre funcionarios de segundo nivel se estila que los responsables de contratas irregulares se endilguen al sucesor del beneficiado. Este es el bautizo de fuego del primerizo, seguro del que sale, y, garantía de que todo ha de seguir igual para quienes no salen en la foto.
#Augías. Por ejemplo, las primeras firmas del nuevo encargado de cualquier dependencia se estampan en compras efectuadas por quien se fue, licitadas o no; reales o aparentes. Y sin derecho a confirmarlas.
Si eso pasa en posiciones de segundo pelo, ¿imagina los compromisos reales de quienes ocupan cargos, en la primera línea del poder político?
Tal vez sea imposible saber puntualmente los montos implicados en la corrupción acompañante de la sociedad de mercado, sobre todo porque gran parte de las transacciones son informales, irregulares, o, delictivas, y, la mayoría efectuadas por maquinaciones de no pocos funcionarios, como se sabe ahora era y sigue siendo el huachicoleo de los productos de PEMEX. En compras de las dependencias, continúan las mochadas.
#LoQueSubeBaja. Todo exceso se precipita. En la administración pública lo hace en la forma de deudas públicas, como es el rescate bancario de hace 25 años decretado por Ernesto Zedillo para favorecer a la banca quebrada, endilgándole sus adeudos al pueblo.
En el monto de la deuda pública podemos apreciar lo injusto que es la comercialización de la función gobernante: 8 sexenios fallidos nos han costado12 billones de pesos. Y, creciendo anualmente al ritmo de mil millones de millones de pesos, potenciados.
#3:EnCosaDeEstadoNadaEsPersonal. “El plan nacional de desarrollo se hereda al nuevo administrador”. Eso dijo Peña Nieto en una de sus últimas declaraciones gobernantes.
Quedan como estilos de ser las variaciones personales, en los modos de operar; así se insista en hacérnoslas tragar con retóricas coloquiales, como ésa de la “Cuarta Transformación de la Vida Pública”.
Esta cruda verdad a ojos expertos mirada en cada expresión de la cotidianidad mexicana, pasa inadvertida para la generalidad acostumbrada al sentido común, al pensamiento mágico, a opinar superficialmente con argumentos de tweeter sobre las causas y efectos de la torre de babel política democrática en sus versiones neoliberal y del bienestar. Sin embargo, no todos, ni las mayorías, son anti-peje.
La oligarquía está feliz, feliz, feliz porque no dejan de fluirle los pagos mensuales por el servicio de la deuda, ni los dividendos de la bolsa de valores por sus inversiones. Capitalistas congraciados con Alfonso Romo, igual, henchidos de contratas directas son felices, agradecidos agraciados, mientras millones de mexicanos venden sus principios por una beca mensual de 60 dólares.
#4:AusteridadFranciscanaBonanzaSacerdotal. Con la “amenaza” de políticos de oficio mercenarios de contar ya con los números exigidos por el INE para concederles sendos partidos, se activa en redes sociales la campaña de cuestionamientos al ejercicio gobernante del lic. López Obrador, con argumentos de opereta tan diversos dispersos, como erráticos, como es echarle la culpa al “señor presidente”, acusándolo de nepotismo, soberbio, impreparado, irrespetuoso, mentirosO autoritario, se le reclama la miseria obligada de las masas, omitiendo que la pobreza es histórica y estructural.
Con falsedades retóricas le critican su tendencia izquierdosa, semejante a la traza del presidente venezolano Maduro. Criticándole su lenguaje coloquial populista sesentayochero, le reclaman errores ejecutivos que atentan contra la “democracia”, la “soberanía” y la “libertad” nacional, como si fueran posibles entre dominantes y subordinados.
Una diversidad de lenguajes y posturas se perfila -en la santona figura del derechista Felihipo CaldeRon- la oposición ultra-reaccionaria al estilo de gobernar del Peje, la oposición ultra-izquierdista en la radicalización de una fracción de morena ligada al Fisgón y Enrique Dussel, en la apertura de otros frentes políticos, como es la 4T afín a Ebrard, así como la siempre conveniente señora Gordillo.
Sin dudas, Babel actúa para qué en medio de tanta dispar alharaca todo siga siendo igual de cada vez más peor.