El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, podría estar dando sus últimos pasos en el cargo. Según el diario The Globe and Mail, Trudeau ha comunicado a sus asesores más cercanos su intención de anunciar su dimisión en los próximos días, lo que podría ocurrir antes del miércoles. Este anuncio parece ser una respuesta a la creciente presión que enfrenta tanto dentro como fuera de su propio partido.
El líder del Partido Liberal, que ha visto un desplome en su popularidad debido a los bajos índices de aprobación y una serie de escándalos internos, está enfrentando una creciente revuelta dentro de su agrupación. Los diputados liberales han mostrado su descontento, y muchos parecen haber perdido la confianza en su capacidad para seguir liderando. El 10 de enero se celebrará una reunión crucial con el grupo parlamentario liberal, en la cual Trudeau podría enfrentarse a una humillación pública si su propio partido rechaza su liderazgo.
El ambiente en la política canadiense se ha tensado aún más por la oposición feroz que enfrenta de los tres principales partidos rivales, incluidos los socialdemócratas del Nuevo Partido Democrático (NPD), quienes han anunciado su apoyo a una moción de censura contra el gobierno de Trudeau. Dado que el Partido Liberal se encuentra en una situación de minoría en la Cámara Baja, cualquier movimiento en este sentido podría precipitar una convocatoria a elecciones anticipadas.
Aunque aún no se sabe si Trudeau dimitirá de inmediato o se mantendrá en el cargo hasta que el Partido Liberal designe un sucesor, la situación interna dentro de su partido está lejos de ser favorable. Además de la rebelión interna, las encuestas muestran una clara ventaja del Partido Conservador en caso de una futura elección, con más de 20 puntos de diferencia respecto a los liberales.
Un golpe importante para Trudeau ocurrió el 16 de diciembre, cuando la viceprimera ministra y ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, dimitió de manera inesperada y criticó abiertamente las políticas económicas del primer ministro. Este evento marcó el inicio de una caída en picada en la imagen pública de Trudeau, quien desde entonces ha estado notablemente ausente de la escena política.
Mientras tanto, en el plano internacional, Trudeau ha sido blanco de los comentarios de Donald Trump, quien ha utilizado su influencia para burlarse públicamente del primer ministro canadiense. Trump ha lanzado varias críticas hacia Trudeau, llegando incluso a sugerir que Canadá debería unirse a Estados Unidos, lo que no ha hecho más que agravar la crisis de liderazgo de Trudeau.
Con el regreso del Parlamento programado para el 27 de enero, Trudeau podría optar por prorrogar el receso parlamentario, dándose más tiempo para llegar a un acuerdo con el NPD o permitir que el Partido Liberal elija un nuevo líder antes de que se reanuden las sesiones. Sin embargo, la presión aumenta, y la política canadiense podría estar a punto de experimentar un cambio significativo en los próximos días.
