De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Tras una intensa lucha legal y meses de angustia, una madre logró recuperar la custodia de su hijo, quien había sido sustraído ilegalmente por su padre, Miguel Jiménez García, hijo de la propietaria de Jugos California.
El caso, que había conmocionado a la comunidad, dio un giro significativo luego de que un juez dictara dos años más de prisión preventiva oficiosa contra Jiménez García por los delitos de violencia familiar y sustracción de menores.
Esta decisión se suma al año que el acusado ya cumple desde su detención hace dos meses.
De acuerdo con los reportes, Jiménez García sacó al menor del kínder mediante engaños, llevándolo posteriormente con su abuela paterna, Gloria Angélica García Piña, quien intentó obtener la custodia del niño a través de métodos legales cuestionables. La madre del menor, tras enfrentar múltiples obstáculos legales y administrativos, finalmente pudo demostrar ante las autoridades que el niño debía estar bajo su cuidado.
Las acusaciones contra Miguel Jiménez García son contundentes. Familiares del acusado señalaron episodios reiterados de violencia familiar, mientras que la sustracción del menor sin el consentimiento de la madre agravó las imputaciones en su contra. La abuela paterna, implicada en los hechos, enfrenta también posibles sanciones legales, dado su papel activo en la situación.
Durante la audiencia más reciente, el abogado defensor, Molina, no logró impedir que el tribunal ampliara la prisión preventiva, consolidando la postura judicial que protege al menor y a su madre. Además, la jueza del caso ordenó la verificación de un certificado médico presentado por García Piña, quien argumentó problemas de salud para evadir un citatorio judicial.
Tras meses de incertidumbre, el niño finalmente está con su madre, donde debió estar desde el principio. Este caso destaca la importancia de actuar con firmeza ante delitos como la violencia familiar y la sustracción de menores, que ponen en riesgo el bienestar emocional y físico de los más vulnerables.
La decisión judicial no solo devuelve la tranquilidad a una madre, sino que también envía un mensaje claro sobre la gravedad de los actos cometidos por quienes buscan torcer la ley en su favor.