Cd. de México.- A tres meses de que se cumpla un año del asesinato del niño Christopher Raymundo Márquez Mora, de seis años, a manos de cinco menores de edad, el juez Francisco de León Merino sentenció ayer por la madrugada a cuatro de ellos a una pena que va desde nueve años y seis meses de reclusión en el Centro Especializado de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai), hasta la privación de la libertad en lugares alternos.
El homicidio del pequeño Christopher, ocurrido en mayo de 2015, en el fraccionamiento Laderas de San Guillermo Segunda etapa, municipio de Aquiles Serdán, en Chihuahua, causó conmoción a nivel nacional e internacional por el alto grado de violencia que le impusieron.
De acuerdo con detalles dados por el fiscal Sergio Almaraz, el asesinato fue cometido por cinco menores: dos mujeres de 13 años, dos varones de 15 y un menor de 11; quienes supuestamente invitaron al niño a jugar y juntar leña en la ladera del arroyo, lugar en el que le indicaron que simularían un secuestro.
Acto seguido, ataron a Christopher de pies y manos, comenzaron a golpearle con un palo espinoso y lanzarle piedras en el rostro. Después, colocándole un palo en el cuello, lo sofocarían.
Una vez que los adolescentes creyeron muerto al pequeño, cavaron un hoyo para enterrarlo boca abajo y posteriormente, una de las jóvenes le apuñaló por la espalda.
Para ocultarlo, sepultaron completamente el cuerpo, taparon el lugar con maleza y colocaron un animal muerto sobre la superficie para no llamar la atención.
La sentencia a los menores está dentro de la causa penal 95/2015; se dio luego de una audiencia de juicio abreviado que se extendió por 17 horas, misma que fue celebrada a puerta cerrada en la sala número 17 de Juicios Orales, localizada dentro de las instalaciones del Centro de Rehabilitación Social (Cereso) número 1 en Aquiles Serdán.
Las autoridades dictaron sentencia de nueve años y seis meses en el Centro de Readaptación Social para Adolescentes Infractores para Jesús David, de 15 años.
Los otros menores, Irving de 12 años, Alma Leticia de 13 y Valeria Janeth de 12, se les dio sentencia de tres años y seis meses de libertad asistida. Los tres permanecerán a disposición del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.