Un juez federal emitió una orden este miércoles en la que insta a Texas a trasladar una barrera flotante que fue instalada en la orilla del Río Bravo (también conocido como Río Grande) en la frontera internacional, como parte de una medida para evitar que los migrantes crucen hacia Estados Unidos. La decisión del juez de distrito David Ezra representa una victoria para el Gobierno del Presidente Joe Biden, que presentó una demanda después de que Texas colocara boyas del tamaño de una bola de demolición en el agua a principios de julio como parte de la Operación Estrella Solitaria.
El juez determinó que Texas debe reubicar la barrera antes del 15 de septiembre. La barrera plantea preocupaciones con respecto a la violación de un tratado entre Estados Unidos y México, y el juez también cuestionó su efectividad.
En sus palabras, el juez Ezra señaló: “El estado de Texas no presentó ninguna prueba convincente de que la barrera de boyas ha reducido significativamente la migración ilegal a través del Río Grande”.
El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, anunció que apelarán la decisión del tribunal y afirmó que la acción de Texas busca suplir la falta de acción por parte del gobierno federal en materia de seguridad fronteriza.
Texas ha implementado varias medidas en su frontera sur, incluyendo la instalación de alambre de púas y vallas de acero, y ha autorizado a sus agentes a detener a los migrantes bajo cargos de invasión de propiedad privada. Esta decisión judicial es un desarrollo significativo en el debate sobre la inmigración y la seguridad fronteriza en Estados Unidos.