Washington.- Una juez estadunidense ordenó este miércoles la paralización de la ejecución del mexicano Ramiro Hernández Llanas prevista para el 9 de abril hasta que el estado de Texas proporcione información sobre el origen del fármaco que pretende usar para cumplir la pena capital del condenado mediante inyección letal.
La decisión de la juez del Distrito Sur de Texas Vanessa Gilmore beneficia también a un estadunidense, Tommy Lynn Sells, que iba a ser ejecutado mañana mismo.
La defensa de ambos condenados había solicitado la paralización de la sentencia argumentando que Texas cambió este mes de de proveedor de pentobarbital, usado en la inyección letal con la que este estado estadundiense ejecuta las sentencias a muerte, sin revelar el origen del nuevo lote de este producto.
Ello causa dudas acerca de la “eficacia y potencia” del nuevo lote y, por ende, sobre cómo puede afectar al proceso de ejecución del condenado, afirmaron los abogados de Sells y Hernández durante la vista, un argumento que finalmente fue aceptado por la magistrada.
Ésta ordenó por tanto que Texas entregue a la defensa toda la información sobre el origen de los compuestos químicos que se usarán para la inyección letal, “incluida información sobre el proveedor o proveedores, cualquier test que se haya realizado, de qué tipo y por quién, así como los resultados de dichas pruebas”, reza su fallo.
No está claro cuánto tiempo podrá ser detenida de esta forma la ejecución de Hernández, cuya inminente condena a muerte ha vuelto a provocar las protesas de México, puesto que el reo es uno de los incluidos en el “fallo Avena”.
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