Un extrabajador de la Universidad de Colima recibe 941 mil pesos mensuales de pensión. Otro de la Autónoma de San Luis Potosí percibe al mes 200 mil pesos desde que se retiró.
En la Autónoma de Nuevo León otro exempleado tiene 150 mil al mes por su jubilación y uno de la de Hidalgo poco más de 100 mil pesos.
Las universidades públicas estatales están en riesgo por el gran peso de sus pensiones. Según el reporte más reciente de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), las 24 instituciones de educación superior que no han reformado su sistema de pensiones acumulan un pasivo laboral de 357 mil 944 millones de pesos.
Cifra que equivale prácticamente a 10 veces lo que costará la reconstrucción por los sismos de septiembre.
Fuente: El Pulso Laboral