En antaño, las mujeres nahuas de la Villa de Amatlán de los Reyes bordaban de forma “lírica” sus atuendos.
Cuentan, los que saben, que para trazar en el lienzo de manta las figuras y motivos, deshilaban la tela con mucho cuidado, mientras los hilos coloridos de seda pendían de un tendedero para que uno a uno fueran utilizados y dar como resultado estas someras, pero significativas prendas llenas de simbolismos.
Ubicado a tan sólo media hora de Córdoba, Veracruz, la comunidad nahua de Amatlán tuvo un inusitado auge gracias a la vainilla y la piña. Con la riqueza generada las mujeres se avocaron a elaborar y vestir para sus fiestas lujosos huipiles a partir de un lienzo de lino importado, finamente bordado con hilos de seda. Simulando los huipiles del siglo XIX tejidos en telar de cintura, bordaban a lo largo dos randas de unión donde hubieran estado los tres lienzos. Los bordados en puntada de satín o punto real y punto atrás, cerca del cuello y hombros, eran geométricos, zig-zags y estrellas/flores de ocho picos.
A lo largo del huipil cerca de las randas brotaban ramos de flores y hojas más realistas. En total llegaban a usar doce diferentes colores. Un largo listón azul marino de 7.5 centímetros de ancho remataba el cuello, colgando al frente y reverso. El enredo o lía era blanco, tejido en telar de cintura o con manta de fábrica y anteriormente habían utilizado una faja hecha en Tequila. El uso de collares de coral con cientos de monedas de plata de los siglos XVIII y XIX eran parte de su lujo e inversión, para 1940 esta tradición se extinguía
Los huipiles de Amatlán de los Reyes, además de estar bordados con figuras de flores, estrellas y hasta seres legendarios, llevan un diseño especial para ser usados principalmente en los festejos del 3 y 21 de mayo, el 12 de diciembre y bailables populares.
La importancia del huipil como indumentaria femenina es extraordinaria y denota la gran destreza y creatividad empleada en su manufactura. Sobre todo, señala la voluntad de seguir siendo indígena y el orgullo de su cultura particular.