Orizaba- De 17 niños que llegan a la casa-hogar de la asociación Sendero de Vida NAMAC, el 60 por ciento manifestó, a través de estudios psicológicos, deseos de querer formar parte de la delincuencia, señaló Apolinar Gálvez Garduño.
“En su mentalidad quieren ser delincuentes, quieren tener carros. En un año de terapias y a través de educación, de escucharlos y hablar con ellos, logramos que cambien de ideología y que puedan reeducarse, se busca que tengan una nueva educación”, explicó.
Consideró que se deben crear estrategias para salvarlos, ya que se encuentran muy expuestos a ser influenciados por el ambiente de inseguridad que se vive en la región de Orizaba y que “anteriormente no se veía, pero estaba ahí oculto”.Abundó que en promedio son 17 niños los que llegan anualmente a la casa-hogar, de los cuales diez presentan conductas violentas y con deseos de delinquir debido a la pobreza extrema en la que han vivido, razón por la que son vulnerables a ser envueltos en la delincuencia.Finalmente, refirió que en el período de un año la casa-hogar ha buscado erradicar esta mentalidad violenta, que no es normal en los menores de edad.